United States or Namibia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Y tomando su camino, poco despues de haber anochecido, se hallaron en una toldería que era la del indio y gente del cacique Bravo, que estaba situado en el parage que llaman el Zanjon, en donde fué bien recibido, y aquella noche mataron el caballo de Hilario y fué la cena que tuvieron: y no dejó de estrañarlo, pues mal correspondia el recibimiento que le habian hecho, y el matarle su caballo.

El perro indignado ante aquel recibimiento tan poco hospitalario, gruñó sordamente, enseñándole al mismo tiempo su robusta dentadura y su encendida boca. ¿Estará rabioso? se preguntó el hombre. Y dándose él mismo una respuesta afirmativa, le arrojó el palo con fuerza y entró en la casa gritando: ¡Un perro rabioso!... ¡Mi escopeta, mi escopeta!

Jacinta cayó en la cuenta de su distracción. «Espérate un momento». A poco volvió con lo que la chiquilla deseaba, y repetida la recomendación de portarse bien y estudiar mucho, acompañolas hasta la puerta. Cuando Severiana y su sobrinita salían, entraba Moreno-Isla, y Jacinta que le vio subir, se detuvo en el recibimiento. Subía despacio y jadeante, a causa de la afección al corazón que padecía.

El recibimiento correspondió al traje y aumentó la sorpresa y el disgusto del joven visitante. Rafaela le alargó, sin duda, cariñosamente la mano, si bien con cierta tibia y lánguida indiferencia. Y luego, como él se acercase mucho, ella le rechazó con suave dignidad y casi le obligó a que se sentase en una silla frente de ella.

No pudo recordarlo; pero lo buscaría, a tientas también; y una vez hallado, saldría de la alcoba, cogería el llavín que estaba colgado de un clavo en el recibimiento, y ¡aire!... ¡a la calle! La idea de la evasión estuvo flameando un rato sobre sus sesos, como una luz de alcohol, sin que pudiera entender cómo se había encendido semejante idea.

Hacía veinte años tal vez que un trapo misericordioso no se había remontado a lo largo de la ilustre familia para adecentarla un poco. Jaime atravesó el recibimiento, entrando en las habitaciones del ala opuesta.

»Estas palabras nos devolvieron como por encanto la alegría y el humor, si bien, a decir verdad, pronto nos echamos a temblar pensando en el recibimiento que nos aguardaba. Confieso por mi parte sin empacho que seguía cabizbajo y preocupado a mi intrépida compañera que me precedía conversando con su protegida y haciéndole preguntas acerca de su desdichada situación.

Fuera, en el recibimiento, estaba el retrato de uno de sus ascendientes menos remotos, un señor de rostro afeitado, labios finos y descoloridos, peluca blanca y casaca de seda roja, que, según rezaba la cartela del lienzo, había sido regidor perpetuo de la ciudad de Palma.

Guirior, acompañado de su esposa, llegó a Lima de incógnito el 17 de julio de 1776, como sucesor de Amat. Su recibimiento público se verificó con mucha pompa el 3 de diciembre, es decir, a los cuatro meses de haberse hecho cargo del gobierno. La sagacidad de su carácter y sus buenas dotes administrativas le conquistaron en breve el aprecio general.

Aquel mundo peligroso, que es maestro en adular todos los vicios de que vive, hizo un recibimiento triunfal al duque de La Tour de Embleuse y le aplaudió su juventud póstuma que salía de la miseria como Lázaro de su tumba. Le probaron que tenía veinte años y él intentó probárselo a mismo.