United States or Wallis and Futuna ? Vote for the TOP Country of the Week !


Como ustedes ven, señores, la cosa iba poniéndose seria. Y, de pronto, siento que mi corazón se ensancha... Es necesario que hable; , es necesario que hable. Me pongo a golpear la copa como un poseído. ¡Por el amor de Dios, cállate! me susurra mi novia... quiero decir, mi mujer. Pero, aunque la cosa tuviera que costarme la vida, tengo que hablar.

Al cabo soltó una carcajada. ¡Pero niña! ¿qué mosca te ha picado hoy? Ninguna. Lo único que te aseguro es que estamos hablando por última vez. Basta, basta dijo poniéndose grave de nuevo. No lo cacarees tanto, que aquí nadie te agarra del vestido. Vete cuando gustes, hija. Adiós.

, señor, lo niego replicó Beatriz levantándose con dignidad . Elisa, permite que me sirva de tu cupé; volverá dentro de veinte minutos. Pasó altivamente delante de Pierrepont, abrió la puerta del palco y entró en el salón de enfrente poniéndose su abrigo de pieles. La señora de Aymaret había venido a ayudarla; diéronse la mano y Beatriz se fue.

Regresaba luego a pie en busca de mi puesto, cuando sintiendo una mano en mi hombro, miré y tuve el gusto de encontrarme cara a cara con D. Paco, el maestro y ayo de don Diego. ¿Qué ha sido del niño? ¿Dónde está? No ha venido por casa me dijo con tono angustiado y poniéndose pálido. Sr. D. Paco le contesté , francamente, no dónde está el Sr. Conde, aunque me parece que debe de estar vivo.

Hizo Mendoza al fin su ejercicio de preguntas, y no fue más que mediano, de suerte que aun poniéndose en lo mejor, desconfiaba mucho de llevar número, lo cual le traía muy cabizbajo y desalentado.

Por eso ahora, contemplando a Gonzalo, se relamía de gozo, se estremecía de anhelo, como el tigre que divisa la presa. Aprovechando un instante en que nadie hablaba con él, se fué hacia él muy quedo y por detrás. Y poniéndose repentinamente delante, escupió más que dijo estas palabras: Gonzalo, ¿cómo eres tan borrico? Estás siendo la burla y la risa de todo el mundo.

El bizarro joven no abandonaba aquella sonrisa de ironía maliciosa. Guardó silencio un instante, y dijo al cabo: ¿Sabe usted, tía, qué nombre damos entre nosotros al casarse de este modo? ¿Cómo? Tomar estiércol. La marquesa sonrió con el borde de los labios; pero poniéndose grave en seguida, replicó: No; aquí no se puede decir eso, Pepe. Te repito que esa niña merece un partido brillante.

Mientras Emilia corría veloz al socorro de su padre, que parecía como a dos dedos de la muerte, Augusto hizo un rapidísimo reconocimiento de la habitación, buscando a Isidora. ¡No estaba! «¡Se ha ido, se ha idoexclamó poniéndose de rodillas junto al pobre viejo para prestarle algún auxilio.

¿Y quién sois vos para hacerme esas preguntas? dijo á su vez Roger poniéndose en guardia. Quien puede abrirte el cráneo de un garrotazo si tienes tarda la lengua, fué la brutal respuesta. Pero ¿dónde he visto yo antes esa cara?

no me sirves... con tus guasitas de mal gusto. ¡Ni qué tendrá que ver...! ¡Pues no ha de tener que ver! dijo Moreno Rubio poniéndose serio y guardando su instrumento . No qué te figuras . ¿Quieres romper de un golpe la armonía del mundo espiritual con el mundo físico? Ya lo sabes; te lo he dicho mil veces. No necesito auscultarle más.