United States or Colombia ? Vote for the TOP Country of the Week !


No me olvidaré nunca de aquellas deliciosas comidas en casa de D. Diego Suárez, cuyo hogar hospitalario me fue abierto con tanto cariño. Nunca éramos menos de quince o veinte, y desde el primer plato, la mesa era una arena para el espíritu de los concurrentes. ¡Qué animación! ¡Cómo se cruzaban las ocurrencias más originales e inesperadas!

Es evidente que esa joven corría dos liebres a la vez y que lo reservaba como plato de segunda mesa. Sin embargo, estoy segura de que él la ama todavía... ¡Es tan hermosa y tan seductora!

Se dice de Cristo que ayunaba; pero no que estuviera días y días sin probar bocado. Al contrario, su institución fundamental, la Eucaristía, la hizo cenando...». Con esto, Maxi se avino a tomar un plato de sopa y un poco de vino; pero de aquí no le hicieron pasar. Después parecía más exaltado.

Anoche rugía de dolor, alterando con sus gritos el silencio del dormitorio, quitando el sueño á los otros heridos, pugnando por levantarse para ir en busca del adversario y saciar en él su furia. La señorita de Maxeville es la única que sabe calmar á estos hombres. Yo vi, á la tenue luz del dormitorio, cómo empezó á bailar, con un plato en la mano. Este plato le servía de pandereta.

No faltó quien viniese a avisar en seguida a Belinchón de la zurdada del alcalde respecto de la música. Estaba empezando a comer cuando recibió la noticia. Con admirable serenidad, que debían envidiar sus enemigos, concluyó el plato de sopa que tenía delante, se limpió los labios, bebió un trago de vino, volvió a limpiarse los labios, y levantándose acto continuo, salió sin decir palabra.

La clásica sopa de manteca con huevos humeaba ya en el centro de la mesa. Mira, haz plato a Gonzalo... Comienza ya a servirle le dijo después sonriendo bondadosamente, como mujer que profesaba ideas semejantes a las expresadas por San Pablo en su célebre epístola. Cecilia se apresuró a obedecer, colmando el plato de su futuro.

Después del cabrito sirvieron un salmorejo de perdices. Caza, dos veces seguidas; eso no era correcto. Sin embargo, el plato me pareció excelente... En ese momento, señores, fue cuando empezó a desprenderse del cielo raso, a bajar sobre nosotros lentamente, lentamente... una especie de niebla. Entretanto, yo me había puesto ya muy galante, y barajaba los cumplimientos que era un gusto.

Azoraba todo esto a Currita, pareciéndole indicio cierto de conjura sospechosa, y al mismo tiempo que procuraba sostener y animar la desmayada conversación de sus comensales, prestaba oído atento a lo que por fuera del comedor pasaba... Sucedía de ordinario los viernes que, aun antes de terminarse la comida, poblaban ya los salones gran número de tertulianos que se apoderaban de las mesas de tresillo y de billar y formaban grupos y corrillos llenos de la alborotada animación, que duraba siempre hasta muy entrada la madrugada... Nada se oía aquella noche, y cada vez más inquieta Currita procuraba alargar la comida, agotando todos los recursos de su ingenio e intercalando entre plato y plato historietas que equivalían a las más picantes salsas, con el fin de dar tiempo a la llegada de la gente y evitar que los comensales recibiesen la mala impresión de encontrar los salones desiertos.

Me gusta verte tan entrada en razón le dijo la madre, recogiendo el plato ; pero por esta noche no saldrás de aquí. Medita, medita en tus pecados, reza mucho y pídele al Señor y a la Santísima Virgen que te iluminen.

Al bajar la escalera, sus pensamientos tomaban otro giro. «¡Y qué guapa está!... Es un horror de guapa. Y siempre tan modosita... Parece que no rompe un plato. Cuando entré, por poco se desmaya. Y aquello no es fingido... ella será todo lo que se quiera; pero no hace papeles, no tiene talento para hacerlos.