United States or Canada ? Vote for the TOP Country of the Week !


La hermana de mi cuñado ha quedado muy rica, aunque realmente de nada le sirven las riquezas, porque no disfruta de ellas y las reparte entre los pobres: es la santa más delicada de la tierra que he conocido jamás; no tiene nada en su santidad que moleste ni perjudique a nadie; su piedad, cuando sale de la iglesia o de su oratorio, donde pasa la vida, se convierte toda en dulzura y bondad; tiene la sonrisa de los ángeles en la boca y una transparencia celestial en la mirada; es demasiado escrupulosa para misma: no lo fía todo a la generosidad divina y derrama la limosna a manos llenas; las gentes la bendicen y la aclaman como santa.

En este puerto no hay más que un yacht dijo Bermúdez mirando muy fijamente a su hija por encima de las gafas , ni más señorita forastera que ande en él, que ; y para inventada, me parece mucho esta noticia... Después, se da por ocurrido el suceso el jueves, el mismo día de aquéllas mis confusiones... Vamos, que las señas son mortales...

Pura, que era renombrada por su estranjerismo en el vestir, aquel día llevaba un vestido de raso negro de mangas cortas muy ceñido y muy largo con volantes de ancho encaje azul, un collar de perlitas, medias de seda negra, zapatos de raso claro con la punta algo encorvada, y el pelo, recogido a la vierge, salpicado entre los rizos de alfileritos con cabeza de brillante.

¿Yo gallego, so z...? bramé furioso . Ni soy gallego ni he estado en mi vida en Galicia. Por segunda vez, como San Pedro, negué a mi tierra, y casi en los mismos términos. Estaba muy locuaz. Les conté todos los chascarrillos que sabía y les recité una tirada de versos de mi cosecha. La ex novia del Saleri me preguntó si era escribano. Escritor querrás decir, prenda. Bueno, es igual.

Estaba Candido como extático oyendo estas razones, y decia para : Muy distinto pais es este de la Vesfalia, y de la quinta del señor baron; si hubiera visto nuestro amigo Panglós el Dorado, no diria que la quinta de Tunder-ten-tronck era lo mejor que habia en la tierra. Cierto que es bueno viajar.

Vio entonces a su espalda, en el mismo salón azul, una dama muy apuesta y elegante dormida en una butaca: tenía en la mano un número de un periódico de modas, caído negligentemente sobre la falda, y dábale de lleno en el rostro la tibia luz de una gran lámpara colocada en un trípode, cuyos reflejos recogía amplia pantalla de seda de suaves matices... Era Isabel Mazacán, la pérfida Mazacán, reconciliada dos meses antes con Currita y dispuesta a pelearse otras mil veces con ella en cuanto el tiempo y la ocasión se presentasen.

De muy distintas impresiones participaba el jorobado Osuna, administrador de Montesinos, en aquel momento. Ya sabemos que se había situado lo más cerca posible de D.ª Teodora. Era también un hombre místico a su manera; pero en vez de buscar la unión con la Divinidad en abstracto, se placía en realizarla de un modo concreto, por mediación de las mujeres gordas y frescas.

Estos franceses murmuró doña Brianda, con la severidad de una dueña, más que galantes, parecen deschabetados. El hecho es dijo don Fernando a Pablo, como para cortar la conversación, que nos encontramos muy bien en tu casa y que gozaremos algún tiempo de tu castellana hospitalidad.

Allí estaban los pedagogos y Ricardo Tejeda. Me fué entrar. Todos se adelantaron a saludarme, menos mi amigo, el cual fingió que estaba muy engolfado en la lectura de «El Montañés». Mancebos y maestros de escuela me veían, de pies a cabeza, se miraban unos a otros, y sonrían maliciosamente. No dejaron de dirigirme algunas bromas. Ya es usted charro... me decía uno de los mancebos.

Me expresáis el deseo de ir a casa del guarda; sois bastante astuta para elegir la hora de vuestro paseo habitual para arrancarme el permiso; colocáis a Elena en el jardín para que pueda hablar con entera libertad con su cobarde adorador; éste acude allí... ¿Y todo este juego, hábilmente combinado, resulta ser ahora una mera casualidad? ¡Debéis tener una opinión muy triste de si esperáis engañarme con esas niñerías!