United States or Gambia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Para introducir alguna variedad en la relacion de estas tareas, pinta la hermosura y el lujo de las damas limeñas, de las que hace un retrato seductor. Por las calles y plaza y las ventanas Se ponen, que es contento de mirarlas, Con ricos aderezos muy galanas, Y pueden los que quieren bien hablarlas.

¿Y no habéis oído hablar á nadie? No, señora. Y entonces el joven alzó los ojos, miró á la dama y se puso pálido. Lo que había causado la palidez del joven, era la hermosura de la dama y la expresión de sus grandes ojos, fijos en él, de una manera particular. La casualidad que os ha traído aquí dijo la dama , os pudiera costar cara.

Nací en las playas de Galicia, señor, y Dios, sin duda para probarme, me dió esta funesta hermosura. ¡Vuestros padres fueron pobres!

Pensando, como en una prueba de habilidad, en que no se había casado con ella, en que podía separarse de su negocio en cuanto fuese gravoso, se atrevió a comerciar con su hermosura y él mismo le puso delante la tentación.

Le amaba por su inteligencia, por su hermosura varonil, por la nobleza de su corazón, por los perfumes especiales y aristocráticos que exhalaba siempre; le amaba, en fin, porque no hablaba nunca y porque parecía solitario y desgraciado. En las tres piezas del piso superior que habitaba el doctor no había detalle del mobiliario, pedazo de papel ni cuadro que no le fuesen familiares.

Con esto los Poetas Lyricos nuestros, que en mi opinión son bentajosos á los Griegos i Latinos, assí se hallan deformados, que en pocos se conosce ia la hermosura i elegancia primera.

Que haya sahumerio que la quite su olor: si yo no tuviera la cabeza tan fuerte, trastornado saldría y entontecido. Huele aquí... A hermosura... Bien, lo creo. Y de hoy en adelante olerá á ingenio... ¿Por qué, pues, sahumais?... Pudiera pegársele á don Francisco... ¡Ah! ¡su excelencia! Créolo libre de tal contagio... Dios le ayude. Ya le ayudáis vos... Pues yo creía que le desayudaba...

Y no es el amor de las almas, ni tampoco el amor de los sentidos, cautivo de la material hermosura, sino tan apretada e íntima combinación de ambos amores, que no hay análisis que separe sus elementos, apareciendo tan complicado amor con la irreductible sencillez del oro más acendrado y puro.

En la chimenea, y sobre graciosos caballetes de ébano y roble, había varios retratos, entre ellos el de Isidora, obra admirable por la perfección de la fotografía y la belleza de la figura. Parecía una duquesa, y ella misma admiraba allí, en ratos de soledad, su continente noble, su hermosura melancólica, su mirada serena, su grave y natural postura.

La primera poesía suya, que se imprimió para el público, fué en loor de San Isidro, en diez cantos y en quintillas, apareciendo en el año 1599. Siguieron á ésta otras dos en 1602, escritas largo tiempo ántes, y tituladas La Arcadia y La hermosura de Angélica.