United States or Mexico ? Vote for the TOP Country of the Week !


Voy a subvenir a todos los gastos de la casa, y acaso este destino será para tu Rorró el principio de una vida laboriosa, , muy laboriosa, pero bien retribuida. Ya te digo que no entiendo de cosas de campo; y que no de eso ni una jota. Aprenderé todo, aunque, según entiendo, mi ocupación estará en el escritorio. Procuraré ser útil y hasta necesario.

Yo temblaba, y tuve que esconderme en el oratorio, porque delante de ellos hubiera perdido la dignidad de mi carácter. ¡Qué modo de saquear!...; en una palabra, la paja de los caballos, las gallinas del corral, los huevos, hasta unos tomates que tenía yo guardaditos en mi escritorio para hacer un gazpachito..., todo, todo se lo llevaron.

Después de tomar mi bebida caliente, me acerqué de nuevo al escritorio de mi amigo muerto, y lo examiné cuidadosamente para ver si tenía algunos cajones secretos.

Salió del escritorio, cerrando la puerta con el llavín, que guardó, y se fué por la acera de la izquierda, que seguía siempre con lluvia o con buen tiempo, a tomar el tranvía en la esquina de la Catedral.

¿De qué le sirve á usted coger ese papel? gritó la cantante encolerizada. Si usted la destruye, puedo escribir otra declaración. Por eso voy á tomar mis precauciones en consecuencia. Siéntate á esa mesa. Y mostró á Lea el escritorio del que había cogido el papel. La cantante no contestó, ni se movió siquiera.

Sin perder un punto de la suya, escribió Currita en un plieguecillo de papel timbrado las señas que venían en la carta; volvió a leerla por cuarta vez y la metió de nuevo en el sobre, tornando a pegar este con una poca de goma. Mantúvola un momento al calor de la chimenea, para dar tiempo a que se secase por completo, y arrejóla luego sobre su lindo escritorio. Entonces llamó a Kate.

Nada menos se le ocurrió que don Rosendo se había percatado de la instabilidad de sus sentimientos amorosos, y le iba a pedir de ello estrecha cuenta. Fuese, pues, detrás de él cabizbajo y receloso, y penetró en el escritorio.

Después se fueron al cuarto de don Mariano, que era un magnífico gabinete con dos balcones a la plaza, decorado con gusto severo y clásico; grandes sillones de cuero, ricos tapices, escritorio de ébano y armarios para los libros de la misma madera. En las paredes colgaban algunos retratos de familia pintados al óleo.

Ella, escandalizada de tales teorías, le zurraba de firme, con aquel látigo de la moral casera, que tan bien sabía manejar... Puede ser; míster Robert la auxiliaría con algún consejo, si le encontraba en el escritorio, que no le encontraría quizá, por ser día de fiesta.

¡Oh, señora marquesa! decía don Santiago, tambaleándose entre el escritorio y el sillón : si yo hubiera sabido..., si pudiera presumir que esta casa había de ser honrada por usted y no por otra persona de su confianza, yo me habría prevenido, habría esperado, y en la sala, como es de...