United States or Hong Kong ? Vote for the TOP Country of the Week !


Y el gran orador, como un caballo cansado, pero de buena sangre, sacaba nuevas fuerzas y emprendía otra vez la carrera, falto de espacio para galopar, volviendo sobre sus pasos, repitiendo lo que ya había dicho un sinnúmero de veces, resumiendo la media docena de ideas desenvueltas en cuatro horas de sonora charla. Los buenos discursos se apreciaban reloj en mano.

Capítulo LXIII. De lo mal que le avino a Sancho Panza con la visita de las galeras, y la nueva aventura de la hermosa morisca Grandes eran los discursos que don Quijote hacía sobre la respuesta de la encantada cabeza, sin que ninguno dellos diese en el embuste, y todos paraban con la promesa, que él tuvo por cierto, del desencanto de Dulcinea.

Hola, hola exclamó el dominico, volviéndose hacia el barril en cuyo fondo rebullía y graznaba la urraca . Ya me ha referido Angustias.... De suerte que, ¿los versos de Selgas y los discursos de Pidal que te has llevado era para enseñárselos de memoria a esta parlera avecilla? ¿Y qué? ¿Va aprediendo algo?

Pero él rechazaba con indignación estos discursos, reconociendo la elocuencia acomodaticia del Tentador. En cuanto a Beatriz, no había para qué seguir pensando en ella. Lo que él buscó ya estaba conseguido. Había humillado a su rival y mostrádole que, si él lo quisiera, la hija de Blázquez Serrano sería su desposada. ¿A qué más?

Los discursos del Padre Ambrosio eran como una serie de lecciones en las cuales instruía a sus oyentes y les mostraba el estado del mundo, en la edad aquella, y contemplado todo desde el foco mismo de la civilización cristiana.

Forma discursos, que en otras materias tendria por concluyentes, y que no lo son en esta, porque se hallan en oposicion con otros que parecen concluyentes tambien.

Pero en el curso de las discusiones menudeó de tal modo los discursos, que a Miguel llegó a hacersele insoportable tanta vulgaridad y tan campanudamente dicha, y dejó de entrar a escucharle.

Los dos protagonistas del drama, San Patricio y Ludovico Ennio, naufragan en las costas de Irlanda; San Patricio salva á Ludovico, y, nadando con él, arriba á la tierra, en donde se encuentra también Egerio, rey de Irlanda, con su séquito. Los dos náufragos cuentan la historia de su vida en dos largos discursos, de los que Calderón usa con preferencia al principio de sus comedias.

Ya no se estilan discursos, papá, ¡y con éste menos! Llegó Júpiter en compañía de Juno, convertida en un castillo de fuegos artificiales: brillantes en el tocado, brillantes al cuello, en los brazos, en los hombros, ¡en todas partes! Lucía un magnífico traje de seda, con larga cola, bordada de flores de realce. S. E. tomó realmente posesion de la casa, como se lo suplicó balbuceando don Timoteo.

Algunos hombres de buen ingenio, reflexîonando sobre la fuerza natural de raciocinar, observaron, meditando mucho en ello, el modo como el entendimiento procede con mas acierto en la formacion de los raciocinios. De esta observacion nacieron las reglas; y la junta de estas reglas formó el Arte; porque así como la observacion atenta de las obras de la naturaleza ha dado motivo para establecer máxîmas constantes en la Física, del mismo modo la observacion atenta de lo que executa el entendimiento raciocinando, ha dado fundamento al Arte Lógica. Es, pues, la Lógica artificial Arte de descubrir la verdad por el raciocinio. Como hoy los Filósofos se han extraviado mucho de la verdadera Lógica, es preciso aclarar mas este asunto. No es lo mismo la razon que el raciocinio: distínguense entre , como que la razon, aunque incluye raciocinio, se extiende á otras cosas que no lo son. Las primeras verdades, ó primeros principios del entendimiento humano son la razon fundamental de todas las cosas, y estos no pueden probarse por sylogismos, porque no hay otras verdades que puedan servir de premisas para formarlos; y si las hubiera (ademas de que no fueran ellas las primeras), serian menester otras para probar aquellas, y así seguiría hasta el infinito. Las verdades primitivas de cada ciencia particular pertenecen á la razon, y no al raciocinio. Así que el asegurar que la nieve enfria, que el fuego calienta, y las leyes primitivas, esto es, mas simples que guarda la naturaleza, observadas por nuestros sentidos, dan fundamento al juicio para formar las primeras nociones de que se compone la buena experiencia, la qual está fundada en la razon. De principios establecidos con la recta razon se forman los buenos raciocinios: por donde estos, así en la raíz; como en la extension, se han de considerar como fundados en la razon, aunque en cierto modo diferentes de ella. Conviene tambien entender, que cada Arte científica tiene sus propios principios, y verdades fundamentales por donde se gobierna; de modo, que el que no esté instruido en ellas, nunca se debe tener por períto en aquel Arte. La Teología natural (nombre que daban los Gentiles á sus discursos sobre la naturaleza de Dios) mira como principios las luces primitivas del entendimiento sobre la Divinidad: la Teología christiana, sin despreciar la Teología natural, añade por principios lo que Dios ha revelado por las Divinas Escrituras, y por la viva voz que conserva la Iglesia en las tradiciones Apostólicas. La Jurisprudencia tiene por verdades fundamentales lo que el entendimiento descubre tocante al Derecho Natural y de Gentes, y las Leyes justas que los Príncipes establecen en sus Dominios respectivos. La Física en todos sus ramos tiene por verdades fundamentales lo que llega á saberse de la naturaleza por racional experiencia. La