United States or Senegal ? Vote for the TOP Country of the Week !


Niños y mujeres del pueblo pasaban también, cargados de coronas fúnebres baratas, de cirios flacos y otros adornos de sepultura. De vez en cuando un lacayo de librea, un mozo de cordel atravesaban la plaza abrumados por el peso de colosal corona de siemprevivas, de blandones como columnas, y catafalcos portátiles.

3 Entonces María tomó una libra de ungüento de nardo líquido, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y limpió sus pies con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del ungüento. 5 ¿Por qué no se ha vendido este ungüento por trescientos denarios, y se dio a los pobres? 7 Entonces Jesús dijo: Déjala; para el día de mi sepultura ha guardado esto;

Muchos seguían sus palabras abriendo desmesuradamente los ojos, como si quisieran absorberlas con la vista. Juanón y el de Trebujena asentían con movimientos de cabeza. Habían leído confusamente lo que decía Salvatierra, pero en boca de éste les conmovía como una música vibrante de pasión. El viejo Zarandilla no temió romper este ambiente de entusiasmo, interviniendo con su sentido práctico.

Por último, Juana había prometido hacer un plato de su invención, con el que la gente menuda se chupa por allí los dedos de gusto; plato que tiene la singularidad de remedar, en cuanto cabe en lo humano, el milagro del pan y peces, pues con dos docenas de huevos y media hogaza para pan rallado se hartan cien hombres, gracias al sabroso ajilimójili en que ella rehogaba las livianas tortillas después de haberlas frito, y en cuyo caldo se remoja pan y se convierte en sopas, que se engullen con deleite.

Pero el año que viene no venía y en su lugar había otro aumento de cánon; Cabesang Tales se ponía serio y se rascaba la cabeza. El puchero de barro cedía su arroz al caldero. Cuando el cánon ascendió á doscientos pesos, Cabesang Tales no se contentó con rascarse la cabeza ni suspirar: protestó y murmuró.

Se colocan las pechugas en una fuente después de cocidas, se pasa la salsa y se vierte por encima, guarneciendo la fuente con picatostes. PECHUGAS DE CAPÓN CON TRUFAS. Con unas tiritas de trufas se mechan las pechugas, se sazonan de sal y se ponen con manteca y jerez; se les sirve con salsa de trufas y se adorna la fuente con mariscos, aceitunas y menudillos de ave bien fritos.

Mónica era ecléctica, es decir, no trabajaba con sujeción a la rutina de ninguna escuela, sino que las cultivaba todas.

Lo que para salir de su atolladero inventó de súbito el Barón y yo acepté con risa, hallándolo disparatadamente gracioso, él y yo lo fuimos tomando más por lo serio cada día, y por virtud de nuestra voluntad atamos nuestras almas con lazo tan limpio y tan fuerte como si él fuese en realidad mi padre y yo su hija.

Como le escribía esas cartas y como después me mostraba tan insensible y tan rara, usted mismo se avivó una pasión que tal vez no hubiera nacido nunca o se hubiera apagado pronto si yo me hubiese mostrado más sencilla, más vulgar, como realmente lo soy. No concibo tampoco que usted pueda quererme; se ha enamorado de una ficción, de un fantasma.

Ella se pone colorada de vergüenza, y continúa: He visto en casa de mis amigas, en casa de la señora de Houssel y de la condesa Finkenstein, dormitorios espléndidos... es preciso que tengas uno igual. Yo pregunto: ¿Cómo es?