United States or Djibouti ? Vote for the TOP Country of the Week !


Y mientras pasaba la lengua por la goma del sobre, moviendo la cabeza a derecha e izquierda, encogió los hombros y dijo a media voz: No tiene por qué ofenderse. Se acostó en el lecho blanco y alegre que estaba junto al de Quintanar. El viejo madrugaba más que Ana, y salía a la huerta a esperarla.

Al fin de una de las calles de árboles, en sitio bastante lejano, nos encontramos á una jóven rubia, muy rubia, y de un cútis tan blanco y tan terso, que más que cútis parecia alabastro. Una mujer en la soledad, y especialmente entre árboles y flores, tiene un prestigio fascinador.

Nieves había cambiado su traje obscuro por otro casi blanco; y al verla así Leto, blanco el vestido, blanca, nacarina la tez, azules los ojos y el cabello rubio, como no se le ocurrían más que tontadas, enseguida se la forjó nereida, o cosa así, de las fantásticas regiones submarinas, enviada allí por los genios protectores de Peleches, envuelta en una ráfaga salobre de las que inundaban la estancia sin cesar.

Ana vio aparecer debajo del arco de la calle del Pan, que une la plaza de este nombre con la Nueva, la arrogante figura de don Álvaro Mesía, jinete en soberbio caballo blanco, de reluciente piel, crin abundante y ondeada, cuello grueso, poderosa cerviz, cola larga y espesa.

Me desperté, y volví a soñar: el tal salón de baile estaba frecuentado por los muertos diarios de una epidemia. El traje blanco de María Elvira era un sudario, y yo era la misma sombra de antes, pero tenía ahora por cabeza un termómetro. Eramos siempre La meningitis y Su Sombra. ¿Qué puedo hacer con sueños de esta naturaleza? No puedo más.

Más blanca es que la leche, y luego unos ojos.... No te fíes de blancuras intervino Pilar . Habiendo en el mundo toalla de Venus y blanco de Paros.... Es demasiado mujerona. Demasiado alta afirmó Perico como el zorro de las uvas.

¿Qué parte tenía el Gobierno legítimo de La Rioja en estas expediciones? ¡Oh! Las formas existen aún, pero el espíritu estaba todo en el comandante de campaña. Blanco deja el mando, harto de humillaciones, y Agüero entra en el Gobierno.

El Vara de plata hundía sus manos sucias y huesosas en las profundidades de la sotana, sacando tres gruesos talonarios, uno rojo, otro verde y el tercero blanco. Pasaba las hojas, consultando los folios de las que llevaba arrancadas. Acariciaba respetuosamente las libretas, como si fuesen más importantes para el culto que los grandes libros del coro. ¡Día flojo, Gabriel!

CHULETAS ASADAS. Se sazonan de sal, y por los dos lados se les pone ajo, perejil, pan rallado y manteca y zumo de limón; se envuelven en papel blanco, se asan en la parrilla, y se sirven en el mismo papel.

A una regular profundidad, veían el principio de la cubierta del comedor: un entarimado húmedo, en el que descansaban los brazos de dos grúas con sus articulaciones de ruedas dentadas, y del que surgían varios trombones de ventilador pintados de blanco con la garganta escarlata.