United States or Myanmar ? Vote for the TOP Country of the Week !


Allí nos sentamos; yo no sabia que me sentaba en sillas imperiales, porque luego supe que todos aquellos asientos pertenecian al palacio y eran gratis. ¡Cosa extraña en Paris, en donde el hombre paga hasta la luz que Dios da de balde al gusano!

La tía María estaba hilando al lado derecho de la chimenea; sus dos nietecitas, sentadas sobre troncos de pita secos, que son excelentes asientos, ligeros, sólidos y seguros. Casi debajo de la campana de la chimenea, dormían el fornido Palomo y el grave Morrongo, tolerándose por necesidad, pero manteniéndose ambos recíprocamente a respetuosa distancia.

Al oír estas palabras los dos jóvenes deslizáronse de sus asientos y cayeron de hinojos a los pies del doctor, que poniendo las manos sobre sus cabezas, alzó los ojos al cielo brillándole de gozo la mirada mientras sus labios parecían murmurar una oración de gracias al Altísimo. Ellos, en tanto, con timidez y en voz baja se decían: ¿Es cierto que me amaba usted hace ya tiempo, Antoñita?

Ni con rumor, ni con miradas, turbaban el silencio plácido de la sala de estudio. Los asientos de uno y otro estaban cerca. El hilo corría suavemente por debajo de las mesas, llevando y trayendo un papelito, en el cual cada uno escribía su macarrón, referente por lo común a los sucesos del día, y así pasaban las horas dulcemente entretenidos con gran detrimento de la lección señalada.

Los ojos se perdían en tantas ruedas, sesgos y revueltas; involuntariamente todos seguían el cadencioso moverse del que danzaba, y todos, inmóviles en sus asientos, todavía se engañaban fantásticamente, creyendo cada uno ser el bailador, que no el que real y ciertamente llevaba la danza.

¡Yo... me... duermo! agregó Lorenzo. Pues aprovechen... ¡nada!... Recostarse y dormir, que quien duerme come. ¿Y ? Yo no tengo sueño... voy a leer los diarios. Lorenzo y Ricardo se dispusieron a dormir un rato, acomodándose lo mejor posible en los asientos, no muy amplios, mientras Melchor sacaba los diarios que había puesto en la percha y se ubicaba en un asiento inmediato.

En poco estuvo que ambos se levantasen y se abrazasen ante la concurrencia; mas en Miguel pudieron los miramientos mundanos, en Julia el temor de su madre; y ambos permanecieron en sus asientos. La brigadiera se sofocaba; estaba inquieta, nerviosa; hacía rechinar la silla al moverse.

Los esqueletos abandonados en el campo proporcionaban asientos más sólidos y durables. Al son de las guitarras empezaban á formarse las parejas de la danza chilena. Las bailarinas tenían un pañuelo en una mano, y con la otra levantaban un poco su falda para dar vueltas lentamente.

La misma pieza del piso bajo, servía de salón y comedor con puerta de comunicación para la cocina; esta pieza estaba adornada con los muebles más precisos: dos viejos sillones, seis sillas de paja, un aparador y una mesa redonda, sobre la cual Paulina había puesto ya los asientos del abate y de Juan.

Por la tarde, antes de la hora del , cuando los pasajeros dormitaban en sus asientos y ardientes cuchillos del sol se introducían en la penumbra del paseo por los intersticios de las lonas, danzando acompasadamente de una cabeza a otra con el movimiento del buque, como si fuesen péndulos de luz, las niñas bajaban a sus camarotes para volver a subir con grandes cajas llenas de dulces.