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Los hombres dotados de esa extrema sensibilidad, tienen en general una cierta debilidad de voluntad que les hace replegarse en mismos al menor contacto extraño, y tanto mejor para ellos, pues así están al abrigo de los choques violentos del mundo que los rodea y que no serían capaces de soportar, pero ¡ay de aquellos a quienes una voluntad indomable, un carácter violento y apasionado, arrastran directamente al centro de los escollos y de las zarzas!

Yo no diré que algunas veces no obremos por capricho, y que no seamos ligeras e interesadas.... Pero hay ocasiones en que las circunstancias nos arrastran. Una mujer se pone en tren de vestir con elegancia, de tener palco en los teatros, de gastar coche, y llega a acostumbrarse a estas cosas como vosotros a fumar y tomar café.

No es esto decir que le falte la capacidad de diseñarlos con mano segura, y desarrollarlos después en todo el curso de su obra; al contrario, en Marta la piadosa, en Amor y celos hacen discretos, por ejemplo, nos demuestra que es acabado maestro en esta materia, así como se encuentran también en todas sus comedias pruebas aisladas de la profundidad de sus observaciones psicológicas y de su conocimiento perfecto de lo más íntimo del alma humana, aunque su predilección innegable por las situaciones interesantes y por lo sorprendente, lo arrastran con frecuencia á no motivarlo como debe, teniendo en cuenta los actos de sus personajes.

Durante las grandes crecidas del arroyo, cuando sus aguas arrastran hacia el mar, no solamente bellotas de encina y ramitas de espino, sino árboles enteros, en el torbellino del pozo es donde termina, al menos por algún tiempo, la odisea de los troncos viajeros. Una mañana, algunos amigos y yo fuimos á visitar la cascada para ver brillar á los primeros rayos del sol la espuma matizada de rosa.

Muchas veces, en el Círculo Caballista señalaba a los amigos algún hombre malcarado que le aguardaba en la puerta. Ese es el Chivo decía con el orgullo de un príncipe que habla de sus grandes generales. Un hombre a quien le arrastran las borlas por el suelo. Entre tiros y cuchilladas tiene más de cincuenta cicatrices en el pellejo.

Su cuerpo es un verdadero saco, envuelto en músculos muy fuertes, duros y resistentes, y parece no tener otra función que la de comer o, mejor dicho, devorar. Viven en grandes familias en el fondo de aguas claras y tranquilas, y se arrastran como serpientes, apoyándose en las esponjas que suelen rodear sus cuerpos, y se nutren de algas marinas y de otros moluscos.

Cuando todos los preparativos están terminados empieza el arrastre: los troncos se ponen en movimiento por el plano inclinado; al principio lentos y luego, con velocidad creciente, terminan su carrera en rapidez vertiginosa, y, embadurnados de barro y despojados de su corteza, arrastran en la caída tempestades de piedra para ir á parar al lago de agua que se ha formado por un azud, al pie mismo de la pendiente.

Bueno. ¿Qué hacer? decía en voz baja el presidente, furiosísimo . Es una verdadera imbécil: la arrastran al paraíso y no quiere ir... Creo que debían examinarse sus facultades mentales dijo su vecino de la izquierda . En la Edad Media, los tribunales condenaban a la hoguera a mujeres que no tenían nada de brujas, sino que eran simplemente histéricas.

Si cubre una nube la claridad del sol y enfría la atmósfera, apenas corren; si el calor aumenta, los arroyos superficiales hacen como los torrentes: arrastran consigo casquijo y arena para depositarlos en aluviones y formar con ellos islotes y ribazos: al anochecer se calmarán y el frío de la noche los congelará de nuevo.

Y no se sonría usted, no hablo de que tengo mi pension aunque poca, muy poca para los servicios que prestó mi marido, pero hablo de otras que arrastran una existencia infeliz: no es justo que despues de tanta instancia para venir y despues de atravesar el mar, concluyan aquí por morirse de hambre... Lo que usted dice de los soldados será cierto, pero es el caso que cuento con más de tres años de país y no he visto á ninguno cojeando.