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En medio de la noche nos llama y estrecha tus manos y las mías, como cuando estuvimos juntas con él sobre el tablado. Y en el bosque, donde solo los antiguos árboles pueden oir á uno, y donde sólo un pedacito de cielo puede vernos, se pone á hablar contigo sentado en un tronco de árbol. Y me besa la frente de modo que el arroyuelo apenas puede borrar su beso.

Quedó algún tiempo en esa posición y cuando en la siguiente primavera quiso mi tío hacerle sacar de allí, se apercibió que el árbol había brotado vigorosamente a lo largo del tronco.

Puede asegurarse que casi la mitad de la poblacion de Paris come fuera de su casa todo el año. ¿Cómo se forman los vínculos santos de amor que deben unir á los individuos de una misma familia, á los ramos de un mismo árbol?

Así, cortado el tronco, se secan las ramas del árbol, un tiempo verdes, abandonadas sobre la tierra. ¡Pero los libros de don Manuel no! esos no se tocaban: nada más que a sacudirlos, en la piececita que les destinó en la casa pobrísima que tomó luego, permitía la señora que entrasen una vez al mes.

Lo vamos á decir con vergüenza; pero lo vamos á decir. Tenemos miedo, lo que se llama miedo, de vernos en Paris. Presumimos que nos va á suceder lo que á los monos de poco tiempo: se suben al árbol para coger cocos, y las más de las veces son aplastados por la misma fruta que quieren coger.

Caminando mas adelante, se echaron los indios en tierra, diciendo que no podian mas, y viendo que ni por ruegos ni ofertas, pudieron conseguir que prosiguiesen adelante, subieron á un árbol de mas de treinta varas de alto, de donde descubrieron una laguna grande de tierra llana y dilatada con una isla en medio, que despues dijeron los indios, ser esta la laguna Puraya, y que la isla que tenia se llama Jolten, habitada de indios y españoles.

Se acordó del inglés que tenía un carmen junto a la Alhambra, el que se enamoró de ella y le regaló la piel del tigre cazado en la India por sus criados. Había sabido más adelante que aquel hombre, que en una carta que ella rasgó la juraba ahorcarse de un árbol histórico de los jardines del Generalife 'junto a las fuentes de eterna poesía y voluptuosa frescura', aquel pobre Mr.

2 y he aquí un varón llamado Zaqueo, el cual era el principal de los publicanos, y era rico; 3 Y procuraba ver quién era Jesús; mas no podía a causa de la multitud, porque era pequeño de estatura. 4 Y corriendo delante, se subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí.

Encantado con aquel lugar, me senté al pie de un árbol, apoyé la espalda contra su tronco y extendiendo las piernas me entregué a la contemplación de la solemne belleza del bosque, a la vez que aspiraba el delicioso aroma de un buen cigarro.

En una comarca virgen, donde el hombre deja sin su intervención que se realicen con el tiempo los fenómenos de la naturaleza, el árbol se quedaría así tendido al través del arroyo durante años enteros, hasta que el agua cambiara de curso, ó que el tronco, carcomido por los insectos, desapareciese convertido en polvo.