United States or Ghana ? Vote for the TOP Country of the Week !


Creíase generalmente que su alegría estaba de más, y que después de haber sido, hacía tan poco tiempo, con razón o sin ella, la causa de la muerte de un hombre, debía sentir, o, cuando menos, aparentar alguna tristeza. Pero el corazón de una mujer tiene secretos impenetrables.

«El bululú es un representante solo, que camina á pie y pasa su camino, y entra en el pueblo, habla al cura, y dícele que sabe una comedia y alguna loa, que junte al barbero y sacristán, y se la dirá porque le den alguna cosa para pasar adelante.

Los parajes de alguna feracidad no estaban ocupados por granjas, sino por conventos, y al borde de las escasas carreteras vivaqueaban las partidas de bandoleros, refugiándose, al verse perseguidos, en los monasterios, donde les apreciaban por su religiosidad y por las muchas misas que encargaban para sus almas pecadoras. La incultura era atroz.

Los vapores del champagne habían coloreado sus mejillas fuertemente y le producían alguna sofocación. Mientras hablaba no cesaba de darse aire con el pañuelo. Sus ojos, tan fijos y serenos ordinariamente, habían adquirido singular movilidad y cierto brillo malicioso que consiguió llamar la atención de Suárez el ingeniero.

Aquella gente miserable lo olvidaba todo cuando bebía. Si llegaban a sentirse hombres alguna vez, no tendrían los ricos más que abrir las puertas de sus bodegas para vencerlos. Muchos en el grupo protestaron de las palabras de Juanón. ¿Qué podía hacer un pobre sino beber, para olvidar su miseria?

Pensaban en el Capitán y en sus compañeros, a quienes suponían buscándolos en aquella inmensa selva. Daban vueltas intranquilos sobre sus lechos de hojas, aguzaban los oídos y contenían la respiración, creyendo siempre oir algún grito o alguna detonación.

Sigue el diario con una extensa reseña de París, sus museos y edificios más notables, expresando deseos de presenciar alguna diversión pública, de lo que se abstiene por escrúpulos de conciencia.

Dueña en absoluto era la gente maleante de la ciudad por las noches, y únicamente en alguna gran solemnidad, se solían hasta las nueve ó las diez iluminar las casas por el vecindario por apremiantes órdenes del Asistente.

Tan cariñosas se mostraron, que Maxi comió más que otros días, sin hacer observación alguna ni quejarse de lo mal condimentado que estaba todo. Hiciéronle café y esto fue lo único que tomó con gana.

Para que una substancia exista, ó sea posible, no basta la permanencia en general, la subsistencia por misma, la no inherencia á un sujeto; es preciso además alguna nota característica, algun atributo; como corpóreo, inteligente, libre, ú otro cualquiera, que determine la idea general de substancia. Una cosa activa en general nada nos ofrece real ni posible.