United States or Antigua and Barbuda ? Vote for the TOP Country of the Week !


Ella comprendía ahora toda la grandeza de aquella Religión dulce y poética que comenzaba en una cuna y acababa en una cruz. ¡Bendito Dios! ¡las dulzuras que le pasaban por el alma, las mieles que gustaba su corazón, o algo que tenía un poco más abajo, más hacia el medio de su cuerpo!... ¡Y aquel Ripamilán allá arriba, aquel viejecillo que contaba lo del parto como si acabara de asistir a él!

La mayoría del pasaje prefería quedarse abajo, refugiada en la suave penumbra de la cubierta de paseo. Maltrana saludó a una señora que leía tendida en un largo sillón, la espalda sobre un cojín, mostrando entre la flor nívea y rizada de su faldamenta el arranque de unas piernas enfundadas en seda blanca y los altos tacones de los zapatos.

6 Alzad a los cielos vuestros ojos, y mirad abajo a la tierra; porque los cielos serán deshechos, como humo; y la tierra se envejecerá, como ropa de vestir; y de la misma manera perecerán sus moradores; pero mi salud será para siempre, y mi justicia no perecerá. 7 Oídme, los que conocéis justicia, pueblo en cuyo corazón está mi ley: No temáis afrenta de hombre, ni desmayéis por sus denuestos;

El aya estaba, pues, en el castillo, porque no existía otra salida que la portalada. Sin embargo, no estaba tranquilo y se puso a recorrer la casa de arriba abajo, preguntando a todo el mundo si había visto bajar al aya.

Al dirigirse a casa de la señora Morfeo, el maestro creyó prudente ridiculizar la función de arriba abajo. No me extrañaría dijo que Melisa creyese que la joven que tan bellamente representa lo hace en serio, enamorada del caballero del rico traje, y aun suponiendo que estuviere enamorada de veras, sería una desgracia. ¿Por qué? dijo Melisa, alzando los caídos párpados. ¡Oh!

Al fin se echó la escopeta al hombro, y con la vista en alto, como si persiguiese a un pájaro que saltaba de rama en rama, emprendió la marcha por entre los árboles y la maleza, evitando pasar otra vez ante la fragua. Anduvo ahora cuesta abajo, hacia el valle, huyendo de aquella montaña a la que le había arrastrado un impulso homicida, avergonzado de sus anteriores deseos.

, porque si tocamos á los cimientos, echaremos abajo el edificio.

De pronto, hubo algo en su espíritu que podría compararse a un vuelco súbito, o movimiento de cosas que, girando sobre un pivote, estaban abajo y se habían puesto arriba. Las manos le temblaban, sus ojos echaron chispas, y cuando dijo matarles, matarles, su voz sonó en falsete como en la noche aquella funesta, después del atropello de que fue víctima en Cuatro Caminos.

Verdad es que las más de las veces se ciernen sobre vuestra cabeza calvas y estériles montañas: sus largos pies, sus vastas raíces que van continuando hasta el mar, refléjanse en el fondo de las aguas. «Parecíame que mi barquilla dice un viajero, nadaba entre dos atmósferas, como si estuviese impelida por el aire arriba y abajo.» Y prosigue describiendo el mundo variado de plantas y de animales que contemplaba bajo ese cristal en las costas de Sicilia.

Aquí abajo, las oraciones no dan gran resultado; yo recé en otro tiempo para que mi hijo no se separase de , y murió en un asilo. Yo pedí, cuando aun era joven, muchas cosas a Dios, y mis oraciones no sirvieron de nada. Ya no rezo nunca... No, señores, no soy cristiana, y cuanto el señor abogado ha dicho es una monserga. ¡Soy Grucha la prostituta, y nada más!