United States or Belarus ? Vote for the TOP Country of the Week !


Hasta la Naturaleza, a veces caprichosa, había añadido un sarcasmo a tanta burla, dejando brotar en la cornisa y enlazarse con las labores de la alta crestería, muchas de esas florecillas de un amarillo sucio que crecen en la frente de las ruinas como coronas funerarias puestas por el tiempo sobre aquello mismo que destruye.

A Valeria le parecía el suyo mil veces más hermoso y mejor formado, y sin embargo, hubo un momento en que pensó: «Vaya, que se parecen mucho, son casi iguales, tan semejantes, que si dejara de verlos unos cuantos meses..., no acertaría con el mío; es decir, míos son los dos; en fin, con el que yo he parido

La erigió por los años de 1622, al levante de la de S. Eulogio, el licenciado Baltasar Nájera de la Rosa, racionero entero de la santa iglesia. Es su patrono el cabildo, y como tal cumple la memoria que instituyó el fundador de una misa rezada todas las veces que ajustician á algun reo de la ciudad de Córdoba, sea hombre ó mujer, en sufragio de su alma.

Finalmente: varias veces, al hundir sus dedos en los desordenados rizos de Carola, había sorprendido mechones de canas ocultas en lo más recóndito del moño. ¡Terrible descubrimiento! En un principio Carola le pareció apropiada a su edad y estado de conservación; pero luego se le antojó algo entrada en años. ¡Cuánto más intensas hubieran sido aquellas dulzuras compartidas con una querida joven!

Luego la trajeron a Sevilla, y desde entonces no había ocultado su resolución de abandonar el convento tan pronto como transcurriesen los cuatro años del primer voto. Indicome también que su madre, una persona muy piadosa y respetable, la excitaba a renovar los votos, y que el superior la había llamado varias veces a su celda para hacerle la misma recomendación.

A veces se inclina Goethe por esta senda a un neo-platonismo flamante y a un paganismo espiritualizado; a veces vuelve con ansia de fe a la doctrina de Cristo y lee fervorosamente los Evangelios y los libros devotos.

Todos en el país conocían la situación del llamado «rancho de Manos Duras»; pero pocos iban á él, por ser lugar de mala fama. Algunas veces, los que pasaban con cierta inquietud por sus inmediaciones sólo conseguían tranquilizarse al notar su soledad. No ladraban ni salían al camino los perros de hirsuto pelaje, ojos sangrientos y agudos colmillos acompañantes del gaucho.

Parece mentira que un vaso de agua produzca tales efectos. ¡Cuántas veces tenemos en la mano, sin percatarnos de ello, el remedio de inveterados males!... La fácil palabra de Pez, saltando de un concepto a otro, llegó al capítulo de las lisonjas, que en aquel caso eran muy fundadas, y allí fue el ponderar la frescura y gracia de la dama. ¡Qué bien le sentaba todo lo que se ponía, y qué majestad en su porte!

El salón en que se conversa, es la excepción en Provincias; el en que se chismorrea, es enteramente la regla general... En casa de la abuela se conversa un poco... a veces; se chismorrea siempre... Con dulzura, seguramente, sin maldad y con una notoria benevolencia, pero, en fin, se chismorrea. Hasta ahora estaba yo casi excluida de esas reuniones, sin gran sentimiento mío, lo confieso.

En Madrid esta el Príncipe retratado dos veces, ambas de tamaño natural, a pie y a caballo.