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16 Ninguno que enciende la lámpara lo cubre con vasija, o lo pone debajo de la cama; mas lo pone en un candelero, para que los que entren vean la luz. 17 Porque no hay cosa oculta, que no haya de ser manifestada; ni cosa escondida, que no haya de ser entendida, y de venir a luz.
Tomó agua de una vasija, se cerró la bata, se arregló el enmarañado cabello y miró al Chucro con una suprema mirada de amor y de miedo, castañeteándole los dientes. Con grandes precauciones para no despertarlo, metiose bajo su poncho, se acostó a su lado, apoyando la cabeza contra su pecho... El Chucro, como hombre salvaje, tenía el oído alerta aun durante el sueño.
Separadamente se pica también cebolla y se juntan ambos picadillos en una vasija, en proporción de un plato de cebolla por plato y medio de grasa, se añade sal, pimentón, pimienta, clavo, un poquito de canela, otro poquito de pimentón, otro poquito de pimentón picante y orégano.
Y el líquido, hinchado por el fuego, adquiría fantásticas proporciones, pareciendo mucho más grande de lo que realmente fue; esparcíase en oleadas fuera de la vasija, para perderse sin utilidad alguna, hasta que acabó por apagar la lumbre. Y cuando la olla descansaba al fin, enfriándose, sólo tenía en su interior leves residuos.
Hay otra fórmula de conservar el embutido mucho más costosa; pero no hay duda de que es mejor su resultado, pues conserva el chorizo jugoso y fresco; me refiero a la que se emplea manteca de cerdo; se corta en trocitos desleída sobre la lumbre, y cuando está líquida se vierte sobre el embutido hasta cubrirlo completamente, cuidando tapar la vasija hasta que se haya coagulado la manteca.
Reñía a su marido si con sus pies trasladaba la más leve pella de barro de la calle al salón, y revolvía la casa haciendo ir de cabeza a todos los domésticos apenas descubría en la cocina unas gotas de aceite derramadas fuera de la vasija o un pedazo de pan abandonado en un rincón. Una perla para la casa: ¿no lo decía yo? murmuraba el padre satisfecho. Su virtud era intolerable.
16 Y la tinaja de la harina no escaseó, ni menguó la vasija del aceite, conforme a la palabra del SE
MONERÍAS. En una vasija se ponen 200 gramos de harina, 100 de azúcar, una cucharadita de anís, una cucharada de manteca de vaca y dos o tres huevos; se trabaja mucho y cuando la masa está fina, se hacen unos bollitos muy pequeños, que se cuecen a horno suave.
Sed patet experientiâ y contra experentiam negantem, fusilibus est argüendum, ¿entiendes? ¿Y no concibes tú, cabeza de filósofo, que se pueda faltar á clase y no saber la leccion al mismo tiempo? ¿Es que la no-asistencia implica necesariamente la ciencia? ¿Qué me dices, filosofastro? Este último mote fué la gota de agua que hizo desbordar la vasija.
A otras personas la vasija se les va llenando lentamente, a causa de penetrar por un lado poco más cantidad de sueño de la que por otro se va vertiendo y disipando, y así contraen un sueño dificultoso y enrarecido, poblado de imágenes incoherentes; el contenido de la vasija alcanza su plenitud precisamente al tiempo que es fuerza abandonar el lecho.
Palabra del Dia
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