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Al subir el vapor todas las gentes se asoman ó detienen, saludan, gritan alegremente y le dan al cuadro entero el aspecto mas interesante, y simpático. Francia y Suiza parecen estar igualmente representadas allí.

Partiría a la mañana siguiente, aprovechando el viaje de vuelta del mismo vapor que había traído la carta. El recuerdo de Margalida surgió en su memoria, pretendiendo retenerle en la isla.

Ingeniero encargado de ellas y á la Comisión ejecutiva que tan eficazmente le había ayudado y hecho entrega de la nave por la citada Comisión, como completamente terminada, el Sr. Ministro confirió su mando al Capitán de fragata D. Víctor Concas y como segundo Comandante nombró al Sr. Gutiérrez Sobral. El día 30, arbolada la insignia en el vapor Legazpi, quiso el referido Sr.

El vapor, el ferrocarril, el automóvil, son los precursores del régimen constitucional y del librepensamiento en Turquía, en Persia, en China, en Rusia.

La ancha y reluciente estela del vapor me hizo meditar en la historia de la ciencia y del heroismo, y evoqué con recogimiento y veneracion la memoria de Vasco de Gama, de Colon, de Balboa, de Magallanes, de Cortés, de Pizarro, de Lapérouse y de Cook, cuya fe y abnegacion han hecho avanzar el mundo en la carrera perdurable de la civilizacion!

Se puede decir lo mismo en cuanto a los métodos de transportar el producto hasta el vapor. Funcionan varios ferrocarriles pequeños pero bien equipados, los que llevan el salitre hasta los puertos, de donde es embarcado para el extranjero.

¡Hola! me dijo ahuecando mucho la voz para pronunciar. Son de un amigo mío. ¿? me respondió, ¡Bueno! ¡Muy bien! Y me echó una mirada de arriba abajo por ver si descubría en mi rostro que fuesen míos. ¡Gracias! repuse, y empezó a hojearlos. «Memoria sobre las aplicaciones del vapor». ¡Ah! esto es acerca del vapor, ¿eh? Vea usted... aquí falta una coma: en esto soy muy delicado.

Con un mar borrascoso llegaron, no obstante, á Egipto, cuyo virrey, no menos complaciente que lo había sido el embajador inglés, les proporcionó un vapor para viajar por el Nilo hasta las Cataratas.

En las cofas de sus palos había marineros que exploraban el mar, dando indicaciones á gritos, que hacían torcer el curso del vapor. En estas evoluciones empezaron á deslizarse por sus costados los restos del trágico suceso.

Puñales, ¡tambien es contentarse! exclamó el P. Camorra; en el vapor por poco nos pegamos de cachetes: porque es bastante insolente, ¡le un empujon y me contestó con otro! Hay ademas un tal Macaragui ó Macarai... Macarai, repuso el P. Irene terciando á su vez; un chico muy amable y simpático.