United States or United Kingdom ? Vote for the TOP Country of the Week !


Los lobos, que permanecían sentados, le oían como personas que prestan atención. El mayor de ellos comenzó a aullar, y Yégof le dijo: ¡ tienes hambre, Sarimar! ¡Alégrate, alégrate, pues la carne no va a faltar en mucho tiempo; los nuestros están al llegar, y la batalla va a empezar de nuevo. Después se levantó y, golpeando una piedra con el cetro, dijo: ¡Aquí están tus huesos!

La situación pareció tan peligrosa á Roussel, que juzgó conveniente abreviarla, por muy dulce que le resultase este momento, esperado por él durante un mes. Pero hace mucho tiempo, querida prima, que te estoy sustrayendo á tus convidados, dijo, y añadió con graciosa galantería, inclinándose ante ella: ¿Qué ordenas ahora á tu servidor?

Rica perla de dos mares, si humilde la ofrenda es, ya ves que, inspirada en tu belleza y reflejando tu historia, tiene por timbre de gloria la sombra de tu grandeza. Años ha que mi navío, después de tender la lona y recorrer la ancha zona de la mar a su albedrío, cedió pío de mi afán al hondo anhelo. A tus playas se acercó y benigno me dejó, Manila, sobre tu suelo.

Antes de mal rayo mueras Primero que pase el dia. Conmigo las has de haber, Y de modo, que te aviso Que dirá el que nunca quiso: Mas me valiera querer. No estés, Zara, descontenta, Dexa el remedio en mi mano, Que á este falso cristiano, Yo le haré que se arrepienta. No es bien que por mal se lleve. Ni bien llevallo por bien. Cese, Aurelio, tu desden. Con eso el falso se atreve.

Cállate, Juan; me pones nerviosa con tus groserías. Callaré, hija; no quiero molestarte en un día como éste. Pero sólo me resta hacerte una advertencia. Los que están tan ahogados como , se agarran a un clavo ardiendo. Juanito posee una finca que vale algo: el huerto de Alcira, que has tenido que respetar en calidad de bienes reservables.

¿Por qué no había de venir aquí tu parienta? dijo con aspereza . te aburres entre hombres; no lo crees, pero es así. A todos nos ocurre lo mismo. Resulta necesario hablar de vez en cuando con una mujer, aunque sea únicamente por amistad. Lo que pretendiste al llegar de París es imposible. ¿Crees acaso que voy á enamorarme de Alicia?

Aunque Isidora no iba sola, era demasiado guapa y D. José demasiado humilde para que la joven dejase de oír una y otra vez algunas fórmulas equívocas del requiebro de las calles, nacido de la mala educación y de la falta de respeto a las mujeres. «Vámonos a casa dijo Relimpio algo amostazado . Yo no me puedo contener. Soy una pólvora. no conoces mi genio. Pues bien, me estás comprometiendo.

Pues ¿lo vendrás a imposibilitar por no ser caballero, ni quererlo ser, ni tener valor ni intención de vengar tus injurias y defender tu señorío?

Aquí se detuvo como espantada un momento, y mirando atentamente hacia la sala, añadió con su intemperancia ordinaria: Pero, mujer, ¿no has visto eso?... ¿No ves allí a Jacobo con la Mazacán?... ¡Pero qué escándalo!... ¿Cómo permites eso?...

No sentía deseos de hablar, pero al ver de cerca los ojos de ella, rompió el dulce silencio. ¡ has llorado! La mujer protestó con una sonrisa violenta, al mismo tiempo que palidecía balbuceando excusas. No; tal vez era el polvo sacudido por la limpieza ó el esfuerzo de su trabajo. Pero él seguía examinando sus ojos, ligeramente enrojecidos.