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Por lo que hace á la opinión de Lope, sobre la suma excelencia de la forma dramática antigua, y sobre la causa de no imitarla, no otra, en su concepto, que la condescendencia con el gusto corrompido de la muchedumbre, como lo dice en su Arte nuevo y en otras obras, hemos de manifestar que tal aserto no merece tomarse en serio.

Si se plantase aquí de repente, salíamos en los papeles. El grupo que durante estos diálogos formaba la pareja de señorito y niñera, merecía tomarse como asunto de un buen romance castizo.

«Para volver su color natural al cutis que lo tenga amarillento á causa de irritación y frío, debe tomarse el paciente el cocimiento de la corteza del arbol Malobayo. «Para cortar los pujos no hay más que tomar cocimiento de las hojas del arbol Manga.

Estoy dispuesto a seguirle al instante... Si usted me permite, encenderé el quinqué para quitarme las zapatillas y ponerme los zapatos... Todo lo que usted quiera, señor excusador se apresuró a decir. Puede usted tomarse el tiempo que guste y mandar a la cárcel cuantos efectos tenga por conveniente. El sacerdote sacó un fósforo y se dispuso a encender el quinqué. El juez quedó estupefacto.

Ahora no nos resta más que darle a usted las gracias por la molestia que ha querido tomarse. Romadonga levantó la mano para alejar de aquellas gracias que no merecía, y volvió la cabeza para mirar a la hermosísima chula, que en aquel instante se levantaba del asiento para marcharse. Al pasar junto a ellos D. Laureano le dijo familiarmente: Adiós, Concha: hasta mañana.

Ya hemos visto como desaparece el yo, en rompiéndose la serie de los recuerdos, pero hay además, que sin verdad objetiva no os posible concebir el yo ni aun por un momento. El yo pensante, no conoce al yo pensado, sino como objeto. Sea que lo sienta, sea que lo conozca, para darse cuenta á mismo de mismo necesita reflexionar sobre mismo, tomarse á mismo por objeto.

Entonces Tragomer, cubriendo con una mirada á su interlocutor, dijo recalcando las palabras hasta darles un tono amenazador: Dime; ¿has conocido á miss Harvey durante tu viaje á América? Sorege no levantó los ojos, siguió cerrado é impasible, pero se levantó lentamente, cogió un cigarrillo y le encendió en la chimenea, como si quisiera tomarse tiempo para reflexionar.

Preferí la primera via, por gozar de los encantos del paisaje, porque ver una comarca en ferrocarril es como tomarse un manjar á grandes bocados: ni se le toma el sabor, ni se mastica y digiere.

Para tomarse una ración de calamares pasadas las doce de la noche, hacía falta un ánimo sereno, a más de un estómago excelente, y aunque algunos fisiólogos sostienen que estas dos cosas van juntas y que el valor se deriva del buen funcionamiento gástrico, yo de muchísimas personas que se han acostado con hambre en Madrid, no por carecer de dinero, sino por carecer de arrojo.

Preguntando a uno de los directores del establecimiento cómo se explicaba que el bajo pueblo no hiciese irrupción y se instalase a almorzar, comer y cenar diariamente y de balde, me contestó que M. Hoffmann conocía mucho el corazón humano, que sabía que en los centros lujosos y brillantes sólo se encuentra cómoda la gente de las clases elevadas, aquella que, si pellizcaba, un sandwich, se cree moralmente obligada a tomarse tres cocktails, sacrificio a que se resigna con bastante facilidad.