United States or Jamaica ? Vote for the TOP Country of the Week !


Dejo el periódico; trato de dormir otra vez; abro de nuevo los ojos, exasperado. En la negrura, la estrella titilea, blanca, violeta, azul, anaranjada; una luz pasa vertiginosa y marca sobre los cristales una encendida estela fugitiva. Y cuando el tren se detiene de pronto ante una estación solitaria, oigo, en el profundo reposo de la llanura, el tric-trac del telégrafo, sonoro y presuroso.

El ferrocarril, el periódico, el buque de vapor, el telégrafo eléctrico, las exhibiciones industriales, artísticas, etc., y los congresos científicos internacionales, son evidentemente los símbolos ó caractéres distintivos del presente siglo, puesto que en el fondo no significan sino libre competencia, comunidad de intereses, publicidad y cosmopolitismo.

Los dos gobernantes de este mundo interoceánico vigilaban sus respectivas funciones: uno la dirección; otro el movimiento. Y el telégrafo interno de señales unía las dos inteligencias con rápidas comunicaciones. Junto al primer ingeniero se colocaba el segundo, encargado de recibir los avisos del puente y transmitirlos abajo a las máquinas.

Jugó el telégrafo; supo el Gobierno que acababa de hacer la adquisición de «uno de los personajes más importantes del país»; dijéronlo así al punto los periódicos oficiosos de la corte; súpolo toda España; desapareció la candidatura del pobre aventurero, a quien se dió en pago una credencial de primera, que es cuanto él ambicionaba, y se le dijo a don Simón: Puede usted ir a descansar tranquilo.

El pasajero que hoy cruza el Canal de Suez, bostezando ante el monótono paisaje de arenas y palos de telégrafo, no piensa nunca y hace bien, porque no hay motivo para agitarse la sangre en un sentimentalismo retrospectivo en los cadáveres que quedaron tendidos a lo largo de esos áridos malecones. Eran fellahs, esclavos sin voz ni derecho, y nadie habló de ellos.

Estos señores no ven la necesidad de cambio ninguno. El mundo les parece verdaderamente bien, y en realidad, ¿qué mundo ha estado nunca mejor? Tiene calefacción central y juicio por jurados. Tiene sistema parlamentario. Tiene gas, tiene luz eléctrica, tiene telégrafo y teléfono, tiene leyes de Accidentes del trabajo, y tiene cinematógrafo.

Y su mismo papá, esto era lo peor, y había que pensarlo también, su querido papá que era un hombre de talento, capaz de inventar la pólvora, un reloj, el telégrafo, cualquier cosa, se iba volviendo loco a fuerza de filosofar, y no sabía vivir con una hija que ya entendía más que él de asuntos religiosos.

Todos reían, «¡ja, ja, jacon una carcajada espontánea, pero breve; una risa en tres golpes, pues el prolongarla podía interpretarse como una falta de respeto á la majestad. Cerca de Europa, una oleada de noticias salió al encuentro del buque. Los empleados del telégrafo sin hilo trabajaban incesantemente.

Como todos los grandes caudillos de que nos habla la historia, don Rosendo no perdía jamás el aplomo. En los momentos críticos, como el presente, era cuando a él le asaltaban las grandes ideas, las resoluciones salvadoras. Se fué al telégrafo y puso un parte al director de la orquesta de Lancia pidiéndole que viniese con ella a Sarrió y que señalase precio.

Ya tengo deseos de huir, de esconderme, porque esta curiosidad me desagrada, me hiere; ahí va ese otro... ¡y no me ha saludado! naturalmente, ya lo sabrá, porque estas cosas corren por el telégrafo de la murmuración con rapidez espantosa, y como ya no ha de necesitarme, me vuelve la espalda. ¡Ah, mundo egoísta y canalla! ¡ah! pero, pierdan cuidado, amigos y enemigos, que sois todos unos, y así cambiais de nombre y de actitud según la ocasión nos hemos de ver las caras todavía; para entonces os emplazo, cuando yo me haya rehecho de este golpe y esté otra vez arriba, en la cúspide: yo soy de los hombres que no se quedan nunca en el camino... Pero, ¿llegamos o no llegamos?