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Llevada de este modo la tarea, acabarás por tomarla mucha ley; pero guárdate bien de darla nunca por asegurada, por firme que la creas por todas partes, porque torres más altas y de esa misma hechura se han venido al suelo de la noche a la mañana.

La aparicion de las poesías de Don José Campo-Arana, es una de tantas respuestas victoriosas como la realidad ofrece diariamente á los empeñados en la triste tarea de probar al público que atravesamos un período de paralizacion y esterilidad artística; privando al talento del entusiasmo y de la , únicos estímulos que para él dejan á nuestra desangrada patria los que más prosaica y ventajosamente la explotan.

Había especialmente una circunstancia que me ayudó mucho en la tarea de reanimar y reconstruir la figura del vigoroso soldado que peleó en las fronteras del Canadá, cerca del Niágara, del hombre de energía sencilla y verdadera.

La pobre no pudo dormir, y el día la encontró hecha un ovillo, empapada en sudor frío y temblando de miedo. Entre estos sucesos extraordinarios y la diaria tarea del estudio y la costura, aterrada siempre por la fascinación terrible de los espejuelos de la madre Angustias, pasó Clara cuatro años, hasta que, cumplidos los once, vino Elías por ella y se la llevó á su casa.

Muerto su padre, es decir, hacia los diez y seis años, huyó Lope de Madrid en compañía de un amigo, llegando hasta Astorga en su escapatoria. No es fácil tarea la de establecer en orden cronológico los sucesos de la primera juventud de Lope: tal contradicción hay entre las afirmaciones de La Dorotea y lo que resulta de otras fuentes.

Felicitemos, pues, de todo corazón a la afortunada niña y sigamos atentamente al noble salvaje en la tarea de perfeccionar la obra primorosa que la Naturaleza había llevado a cabo al crearle. El criado tenía ya el baño dispuesto. Después de dar un vistazo al espejo para observar el semblante del día, esto es, el suyo, cogió unas bolas de hierro e hizo con ellas algunos movimientos.

Viene en seguida la visita de los principales edificios, monumentos, bellezas y preciosidades cuyo índice encuentra en la guia; y ó la capital no ha de ser de las mayores, ó se le han pasado muchos dias en la expresada tarea.

Esto se verifica ahora como en tiempo de Pascal; basta observar al comun de los hombres para echar de ver cuán pocos son los que gustan de semejante tarea, mayormente tratándose de mismos. Buenos resultados del reflexionar sobre las pasiones.

No es tan fácil la tarea en lo tocante á la extension; pues esta propiedad es como la base de todas las otras sensibles: y prescindiendo de si constituye ó la esencia de los cuerpos, lo cierto es que nosotros no concebimos cuerpo donde no hay extension.

Esta era la parte grata de su tarea, la obra verdaderamente divina que le dejaba el corazón anegado de dulzura y entusiasmo. ¡Arrancar un alma de las garras del demonio!