United States or Caribbean Netherlands ? Vote for the TOP Country of the Week !


Pero esta propiedad no se estiende á volver el sudor suprimido en el curso de una fiebre exantemática y que agrava el estado del enfermo, porque la lesion deja de ser simplemente funcional por las circunstancias de la erupcion y las modificaciones que este accidente no tarda en producir, si el acónito ó el arsénico no lo remedian. =B.= Afecciones locales; flegmasías.

Para esperar al guarda que ha de venir en nuestra busca, entramos en el Mas-de-Giraud, una antigua granja de los señores de Barbentane. En la cocina alta, y alrededor de una mesa están todos los hombres de la hacienda, labradores, viñadores, pastores, zagales, graves, silenciosos, comiendo despacio, servidos por las mujeres, quienes comerán después. No tarda el guarda con la carretilla.

Tambien á me agrada y satisface, Pues que lo quiere ansi nuestra fortuna; Mas vamos á la plaza adonde yace La hoguera á nuestras vidas importuna, Porque el que alli venciere, pueda luego Entregar el vencido al duro fuego. Bien dices, y camina, que se tarda El tiempo de morir como deseo, Ora me mate el hierro, ó el fuego me arda, Que gloria nuestra en qualquier muerte veo. Entrase.

Creí, ansimismo, que ella, si fuera la que debía y la que entrambos pensábamos, ya te hubiera dado cuenta de mi solicitud, pero, habiendo visto que se tarda, conozco que son verdaderas las promesas que me ha dado de que, cuando otra vez hagas ausencia de tu casa, me hablará en la recámara, donde está el repuesto de tus alhajas -y era la verdad, que allí le solía hablar Camila-; y no quiero que precipitosamente corras a hacer alguna venganza, pues no está aún cometido el pecado sino con pensamiento, y podría ser que, desde éste hasta el tiempo de ponerle por obra, se mudase el de Camila y naciese en su lugar el arrepentimiento.

Todo hombre lleva dentro un soldado... Cuando intenta levantarse para dar un paseo por las terrazas, ve venir hacia el café á un señor que le saluda con violentos manoteos y á continuación se asegura los lentes sobre la nariz. El príncipe tarda en reconocerle; adivina quién es por el timbre de su voz más que por su rostro... ¡El amigo Novoa!

Le salvaré. ¡Hola, doña Violante! ¡Doña Violante! Acudió una doncella. Mi manto, al momento; que pongan una carroza. La doncella salió. ¡Cómo, madre mía, vos!... ¿Vais á ir?... ; , yo en persona casa del duque de Lerma. ¿Pero no sería mejor que él viniese?... No; no... quiero verle al momento... iré. Pero, toma esas joyas... y la carroza tarda... La nuestra... ¡Ah! ¿tenéis carroza?...

Don Pedro, valiéndose de los subalternos del asistente, averigua que éste lo sabe todo; pero siente curiosidad de ver cómo sale de este embarazo, é insiste de nuevo en que se cumpla con rigor la ley. Juan Pascual, que se precave de la cólera del Monarca arrancándole una orden solemne, no tarda en ejecutar su proyecto.

El tren se lanzaba por aquel campo triste, como inmenso lebrel, olfateando la vía y ladrando a la noche tarda, que iba cayendo lentamente sobre el llano sin fin.

Jamás; porque jamás la furia de ese compadre alcanzará un grado más elevado, y yo apostaría mi buena escopeta contra un fusil inglés a que él perecerá. ¡Santa Virgen! ¡cómo tarda! haced que llegue pronto. Pero, ya está aquí, es él... es Pepe Ortiz. ¡Viva Pepe! ¡viva Ortiz!

Pero imperturbable el buen viejo, como quien trae aprendido el discurso y lo teme olvidar si tarda en soltarlo, le habló de Magdalena pecadora; del Señor, que siendo quien era, la había perdonado; y pasando al estilo llano y natural, contó la transformación sufrida por Enriqueta.