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En otra ocasión, pasando por uno de los arrabales con Genoveva, otra mujer que estaba a la puerta de una pobre vivienda, con un niño moribundo entre los brazos, le suplicó que le tomase entre los suyos y rezase un padrenuestro por él.

Una ligera ojeada al teatro inglés de la época de Isabel, nos demuestra que los dramáticos de aquel tiempo se comunicaban unos á otros sus particulares invenciones, y hasta el más eminente de ellos no se avergonzaba de recurrir cuando le parecía á los que le eran inferiores, sabiéndose que Shakespeare ha imitado en diversas ocasiones el plan dramático de sus predecesores; que dramas enteros suyos se distinguen por este carácter, y que la escena de las hechiceras de Macbeth y hasta las palabras usadas en ellas, provienen también, en parte, del Witch, de Middleton.

Está bien; cada cual tiene los suyos y yo no tengo ningún derecho para preguntar los de usted. Se volvió a la sala y no me dirigió la palabra en toda la noche. Cuando se marchó le ofrecí la mano, pero fingió no verlo y se contentó con saludarme fríamente.

Como que volvían á la corte todos sus enemigos, y podían hacerle la guerra y derrocarle, sin que él pudiera defenderse, atado como estaba por los terribles secretos suyos que poseía el bufón.

Mas Dios, Nuestro Señor, que nunca en las necesidades desampara á los suyos, acudió á la del P. Lucas con copia de agua clara y cristalina, que fuera de toda esperanza, halló en el cóncavo de un árbol.

Y me río muy descuidado de la desdeñosa compasión con que hoy se mira á los tiempos de nuestros padres, porque éstos, en los suyos, también se reían de los de nuestros abuelos, que, asimismo, se rieron de los de sus antepasados; del mismo modo que nuestros hijos se reirán mañana de nosotros; porque, como es público y notorio, las generaciones, desde Adán, se vienen riendo las unas de las otras.

En alargándose un poco los que habían salido de vanguardia, comenzó D. Alvaro á caminar con los suyos que tenía delante, con unos pocos que tenía consigo, marina á marina, hacia la parte donde batían las galeras.

Se puso a observar que las señoritas Gunn tenían más bien facciones groseras y que la idea de ponerse trajes escotados como los suyos hubiera podido ser atribuida a la vanidad si tuviesen lindos hombros.

Y como llegase á la provincia de Puerto Viejo, se juntó allí con los suyos que ante él inviaba en la manera ya dicha, donde como allí se juntasen, se metió por la mar juntamente con ellos, por do dicen que andaba él y los suyos por el agua ansí como si anduvieran por tierra.

Hombre ordenadísimo era Zapata; pero de tal modo le dominaba su esposa, que hasta le hizo perder sus cualidades eminentes; y el que tan bien supo administrar los caudales del ejército, veía perderse los suyos, olvidado del arte para conservarlos.