United States or Brazil ? Vote for the TOP Country of the Week !


Continuó su marcha hacia adelante, atraído por la frescura del agua, hasta colocarse bajo el sonoro raudal, estremeciéndose con escalofríos voluptuosos al recibir en su espalda todo el empuje del derrumbamiento acuático. Una sensación de frescura se esparcía por su cuerpo, haciéndole suspirar de placer. Sus miembros parecían dilatarse bajo la helada caricia.

Miró con recelo hacia la puerta, y viéndola cerrada y asegurada, se le serenaron algo los ojos, como si juzgase alejado el peligro. En seguida oyó otra vez sonar la tosecilla y sonrió orgullosa diciéndose: «¡Hasta el fin del mundo es capaz de ir por De repente se puso pálida como la cera; quiso suspirar, no pudo, y se le vino al rostro una oleada de sangre. La cosa no era para menos.

Con razón exclamaba un elocuentísimo y famoso orador español, no sin suspirar y verter lágrimas: ¡yo no como, yo me alimento! Nuestra cocina... esa que está degenerada.

Los dos amantes, en sus ardientes transportes, se encaraman por momentos cual las dos torres de Nuestra Señora de París, y con sus cortos brazos y en medio de suspiros tratan de abrazarse. Empero su enorme mole les priva de mantenerse así largo rato, y caen otra vez al agua con grande estrépito... El oso y el hombre huían despavoridos al oírlos suspirar.

Reflexionaba Isidora en aquellas sabias palabras, fijos los ojos en las rayas de la estera de cordoncillo; pero su pena y la situación en que estaba la reclamaron, y volvió a suspirar y a asombrarse de que el Director tardase tanto. Cuando alzó los ojos, el anciano pasaba por delante de ella en dirección de la mesa; en seguida pasaba de nuevo en dirección del ángulo.

Allí quedaron 40,000 franceses vencidos casi sin combatir: 3,000 muertos, 20,000 prisioneros, entre ellos siete generales, muchos miles dispersos, 45 cañones y todos los pertrechos en poder de Castaños. Mis dos compañeros, como leales franceses, suspiraban al atravesar el campo de Baylen. No crea U., me decian ámbos con noble sinceridad, que nos hace suspirar el recuerdo de la derrota; no.

Hecho esto, se fueron a ver la ciudad, y admiróles la grandeza y suntuosidad de su mayor iglesia, el gran concurso de gente del río, porque era en tiempo de cargazón de flota y había en él seis galeras, cuya vista les hizo suspirar, y aun temer el día que sus culpas les habían de traer a morar en ellas de por vida.

A veces un cazador ó un bandolero penetraba en la caverna y turbaba el descanso del poderoso anciano. Este levantaba lentamente la cabeza, hacía una pregunta al tembloroso visitante y después volvía á su interrumpida meditación, diciendo al suspirar: «¿Todavía no?» ¿Qué esperaba para morir en paz?

Mientras vamos andando volveremos a hablar de este asunto. Volvieron a ponerse en marcha. El intendente siguió demostrando su alegría. Cuanto antes trataría de hablar a Marta y pedirle perdón por sus sospechas mal fundadas, y hacerle comprender por medio de palabras buenas que conocía la causa de su pesar. Catalina no hacía más que suspirar mientras él hablaba.

Los accidentes de los bronquios, del pulmon y de los órganos digestivos, confirman la idea general que nos hemos formado del nitrato de plata: tos seca por titilacion en la laringe, plenitud en el pecho con dolores variados, ansiedad, tendencia á suspirar, tos convulsiva por accesos, accidentes asmáticos, mucosidades abundantes en momentos dados.