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Las mismas luchas entre las ideas y las cosas, entre las teorías y los hechos fatales, nacidos del estado social; las mismas aspiraciones vagas del núcleo inteligente, estrellándose contra la atonía de la masa, como entre nosotros, contra el empuje semibárbaro del caudillaje.

De vez en cuando, creciendo en importancia y en frecuencia e interrumpiendo la monotonía de la vida claustral, llegaban al convento noticias vagas y confusas que revelaban una pasmosa renovación en la vida social de la recién formada nación española.

Sin duda corresponde al presente estado social y político la culpa de que nuestra Prensa sea como es, y de que no pueda ser de otro modo mientras nuevos tiempos y estados mejores no le infundan la devoción del Arte.

Despues del principio de la inviolabilidad de la vida, que vale mas que todo, nada hay tan bello como ese reconocimiento del principio de la familia social, en virtud del cual no es permitido privar de la vida á uno de sus miembros sin que toda la comunidad su voto y lo consienta.

Seré todo lo perversa que quieras, pero eso jamás lo hubiera yo hecho, y eso era lo que, siguiendo la prudencia social, me aconsejabas .

Aunque á mi no me cabe en la cabeza que los dramas y novelas así escritos puedan y deban considerarse como documentos humanos, como materiales y ripios, con los cuales ha de construirse la ciencia social del porvenir, todavía concedo que el que crea en el valor de tales documentos los reuna y confeccione, atormentándonos con ellos. La letra con sangre entra.

No cuáles serán las consecuencias. Pero esta deuda mía para con él, cuya ruina y tormento he sido, tiene al fin que quedar satisfecha. En tus manos está la destrucción ó la conservación de su buen nombre y estado social, y tal vez hasta su vida.

Los alemanes, a quienes una propensión orgánica al misticismo arrastra siempre hacia la espiritualidad, eran menos aptos a comprender y a fijar las imágenes de la vida social en sus realidades absolutas.

En nuestro país la religión toma formas curiosísimas; se infiltra por todos los rincones de la vida social: en la escuela, en el hogar, en el gobierno, en la administración, en la ley. Y atisba con ojo avizor el momento propicio para reconquistar la posición perdida.

Siete son los principios o elementos que en armonioso conjunto constituyen el ser humano. El número siete es simbólico y posee no pocas virtudes. Según nuestra Constitución social y política, histórica y filosófica, interna y externa, la vida de acción acaba en cada individuo cuando este cumple siete docenas de años.