United States or Gambia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Una mujer casada, después de sufrir de su esposo malos y groseros tratamientos, se ve acometida de los dolores del parto en el desierto, al pie de una cruz, invocando el auxilio de esa misma cruz en hora tan angustiosa para ella. Los gemelos, que da á luz, llevan impreso en el pecho el signo de la gracia, bajo la forma de una cruz roja.

Gallardo estaba en un sofá, chupando el magnífico habano que le había ofrecido un criado. Doña Sol fumaba uno de aquellos cigarrillos cuyo perfume la sumía en vaga somnolencia. Pesaba sobre el torero la torpeza de la digestión, cerrando su boca y no permitiéndole otro signo de vida que una sonrisa de estúpida fijeza.

Tu sagacidad sabrá hacer tal distinción, y de todos modos un leve signo de aprobación tuya, un movimiento solo de simpatía de parte de tu corazón, llenará al mío de placer y de cierto linaje de agradecimiento, que me enlaza con el sentimiento de la gloria y del porvenir.

Entonces Juan vió el papel que estaba pegado y sellado sobre la cerradura, y leyó en él en letras gordas lo siguiente: «Yo, Gabriel Pérez, escribano público de la villa de Navalcarnero, doy fe y testimonio de cómo el señor Jerónimo Martínez Montiño recibió cerrado y sellado como se encuentra este cofre.» Y por bajo de estas palabras se veía la fecha y el signo y la firma del escribano.

El joven Maugirón hizo un signo con la mano para reclamar silencio y con voz aflautada dijo: El señor vizconde Cristián de Tragomer tiene la palabra sobre el error judicial y sus fatales consecuencias. En seguida se volvió á sentar y un silencio profundo se produjo, como si todos los concurrentes sospechasen que Cristián tenía revelaciones importantes que hacer.

Allí se trabaron las primeras disputas de las cuales hicieron luego escandalosa síntesis los autores respectivamente de los dos célebres libros <i>Diccionario manual</i> y <i>Diccionario crítico-burlesco</i>, ambos signo claro de la gran reyerta y cachetina que en el resto de siglo se había de armar entre los dos fanatismos que ha tiempo vienen luchando y lucharán por largo espacio todavía.

Hasta de la no aparición de tierra alguna deducía él faustos pronósticos y la consideraba como signo de buen agüero: O no hay decía , o si hay no quiere el destino que descubramos terreno donde fijar el pie para obligarnos así a que lleguemos al fin del continente que descubrió Colón; a que le atravesemos por un estrecho de mar o a que le rodeemos por su extremidad Sur, como ya rodeamos el África por el Cabo de las Tormentas y a que volvamos triunfantes a la gran ciudad de Lisboa.

Ya en la capital, Amaury mandó parar el coche en el Arco de la Estrella. Perdone, usted dijo el señor de Avrigny; yo también tengo que hacer esta noche. ¿Tendré el gusto de verle? El padre de Magdalena contestó con un signo afirmativo. El joven se apeó, y el coche siguió rodando en dirección a la calle de Angulema. Acababan de dar las nueve de la noche.

El mundo parecía haber muerto durante la noche bajo el peso de la nieve. El humillo azul que se escapaba de las chimeneas era el único signo de vida. Maltrana dudó un instante. Sintió un repentino amor por el encierro, el afecto al hogar, que hacía que los hombres se ocultasen en sus casas.

Su seno, con el signo de ignominia que en él lucía, puede decirse que era el regazo donde podía reposar en calma la cabeza del infortunado. Era una hermana de la caridad, ordenada por misma, ó mejor dicho, ordenada por la ruda mano del mundo, cuando ni éste, ni ella, podían prever semejante resultado. La letra escarlata fué el símbolo de su vocación.