United States or Burundi ? Vote for the TOP Country of the Week !


Vuelve, Isabel, esos ojos; Que no soy yo por lo menos Quien á tus ojos serenos Quitó luz y puso enojos. 1800 ¿Quién tan bárbara y cruel, Á tu hermosura atrevido, Causa de tu enojo ha sido? ¿Quién te me enojó, Isabel? No es posible que tuviese 1805 Noticia de mi rigor, Sin que luego de temor Súbitamente muriese.

Pero al instante volvieron a lucir serenos y brillantes como siempre. Ella también te quiere a ti; no lo dudes. Su genio es vivo, acaso un poco caprichoso, por lo mismo que ha sido siempre el mimo de la casa.

Como cielo y mar estaban serenos y el viento era próspero, el viaje iba haciéndose con felicidad y prontitud. Al subir una mañana sobre cubierta, nuestros seis principales personajes se extasiaron admirando el azul transparente de las aguas, rizadas apenas por el soplo de la brisa, donde se reflejaban el más claro azul del cielo y las ligeras nubes, que parecían de nácar, purpura y oro.

En la temperie blanda de la noche resbalaron estas palabras pías, con inflexiones armoniosas de romance, y la mansa brisa que corría a la par del Romero fué llevando el eco de la voz romancesca por los confines serenos del paisaje. Entonces, en la adumbración del bosque señero y en el cantar ululante del Salia, la resonancia maravillosa de aquella voz repitió, intensa y vibrante: ¡Espera!...

Marta escanciaba y seguía contemplándole con sus grandes ojos serenos, por donde resbalaba una leve sonrisa de complacencia sensual. Parecía que era ella la que se estaba atracando. Mira, chica, haz el favor de comer también, porque me da pena verte. Parece que te han castigado... La niña no tenía apetito y se negó a tomar el plato que le presentó.

Más serenos y apacibles, menos trágicos y apasionados son los cuadros rurales, en cuya riquísima serie descuellan dos verdaderas novelas primorosas y acabadas, aunque de cortas dimensiones: Suum cuique y Blasones y talegas. Entre los más breves no se sabe cuál escoger, porque todo es oro acendrado y de ley: yo pongo delante de todos La Robla, El día 4 de octubre y Al amor de los tizones.

Las estrellas desde el cielo nos hacían guiños, como si nos invitasen a gozar apresuradamente de aquellos momentos felices, que no habían de volver. A lo lejos sólo se veían, como fuegos fatuos, los faroles de los serenos. Llegamos por fin a casa.

Y los tres, porque los dos No parezcamos groseros. 1030 ¿De qué sirve, ojos serenos, Que no me miréis jamás? De que yo padezca más, Y no de que os quiera menos. DO

El acento rencoroso, la voz dura con que dijo estas palabras, le sorprendieron, como si procediesen de otra boca. La enfermera lo miró con sus ojos límpidos, agrandados, serenos, unos ojos que parecían libres para siempre de las contracciones de la sorpresa y del miedo. La respuesta se deslizó con la misma limpieza que la mirada. Es Laurier... Es mi marido.

Presentación se volvió hacia ellos con ademán tan vivo, expresando tal furor en su movible fisonomía, que lo mismo Mario que su dulce compañera quedaron sorprendidos y levantaron los ojos para saber cuál era la causa. Un joven pálido, de pómulos salientes, nariz remangada y ojos claros, pero no serenos, se acercaba en aquel momento a la mesa con la cabeza descubierta.