United States or Saudi Arabia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Muerto Fernando VII, faltoles la modesta pensión qué este les daba. Su dignidad no les permitía implorar la caridad pública. Su arreglo, las distintas aptitudes de Doña María de la Paz les permitían aspirar a sostenerse, aunque mal, de su honrado trabajo. Sola les ayudó en trances tan aflictivos, dándoles la casa y encargándoles no se sabe cuanta obra de ropa blanca.

11 Mas Herodes con su corte le menospreció, y escarneció, vistiéndole de una ropa rica; y le volvió a enviar a Pilato. 12 Y fueron hechos amigos entre Pilato y Herodes en el mismo día; porque antes eran enemigos entre . 13 Entonces Pilato, convocando los príncipes de los sacerdotes, y los magistrados, y el pueblo,

«Pues ese pobre hombre añadió la santa conteniendo la risa , desde que se entera de que estoy aquí, se pone a tocar como un descosido. Es la manera de recordarme que le prometí vestirle, porque el desventurado está mejor de pulmones que de ropa.

Y añadió, dirigiéndose a su hermano: ¿Sabes quién es éste...? ¿No? Pues el hijo de nuestro pobre hermano, que Dios tenga en su gloria. Vive en las habitaciones altas del claustro con su madre, que lava la ropa de coro de los señores canónigos y riza unas sobrepellices que da gozo verlas.... Tomás, muchacho, saluda al señor.

El blondo caballero se estremece levemente, alza un poco la cabeza de la almohada, aspira el aire con fuerza por entrambas narices, tira hacia por la ropa que le cubre y se oculta otra vez en la almohada, dejando escapar de su garganta un débil y prolongado ronquido.

Examinó mi ropa manchada de barro, y comprendiendo que no se daba cuenta de dónde podía salir yo en semejante estado, añadí: Se ha casado Agustín. ¿Casado...? exclamó Oliverio. ¿Y por qué no? Eso debía suceder.

Los vestidos de este sujeto sin ventura eran puramente teóricos. Había sobre sus miserables y secas carnes algunas formas de tela que respondían en principio a la idea de camisa, de levita, de pantalón; pero más era por los pedazos que faltaban que por los pedazos que subsistían. ¡Hacía tanto tiempo que su familia no le llevaba ropa!... Últimamente le pusieron una blusa azul.

Señor D. Paco, señor preceptor, ¿por qué tiene usted destrozada la ropa?... ¡Pues y ese gran cardenal en el carrillo...? ¿Ha estado usted quitando telarañas con la peluca?

Entonces la preparaban el almuerzo y la ropa blanca y lo que había menester en otra habitación y cuando todo el mundo había desaparecido, hacían señal con una campanilla.

Esta sopa boba, a la cual los granujas llaman piri, atrae a mucha gente menuda a los alrededores del cuerpo de guardia, y se la disputan a coscorrones. Después de bien llena la panza, nuestros dos amigos bajaban hacia el río. Si tenían ganas de trabajar, ayudaban a las lavanderas a subir la ropa; si no, tiraban hacia las Yeserías.