United States or Bahamas ? Vote for the TOP Country of the Week !


Para la historia externa del teatro, encontramos en la antigua edición de las comedias de La Cueva dos datos no despreciables. En este tiempo, según dice Rojas, era costumbre que los ciegos cantasen en las representaciones romances y letras; entre las cuatro jornadas se hacían tres entremeses, y cuando á la conclusión había baile, salía el público muy contento. Andrés, Rey de Artieda.

Algunos artículos del Catálogo del Sr. García Pérez tienen extraordinaria extensión y retratan hábilmente la condición moral y la vida del personaje á que se refieren. Entre estos artículos merece mencionarse aquí el del famoso conde de Villamediana, poetizado por su trágica muerte y por los bellos romances históricos del duque de Rivas.

«Domingo Abad de los Romances y Nicolás de los Romances quedaron avecindados en Sevilla, que consta de escrituras del archivo de la Santa IglesiaDiego Ortiz de Zúñiga, Anales eclesiásticos y seculares de Sevilla. Edición de Madrid, 1795, tomo I, pág. 196.

Hemos visto antes que la recitación de narraciones poéticas fué una de sus principales ocupaciones, pareciendo probable que en Castilla hiciesen lo mismo con los romances, tan á propósito para impresionar al pueblo como deseaban.

Yo creía que los franceses no gustaban más que de romances y de contradanzas. ¿Qué queréis, tío? respondió Arias . Los silfos de los jardines de Lutecia se han convertido en gnomos teutónicos de la Selva Negra. No por eso son más amables añadió la marquesa. Rafael, huyendo del mayor, se intercaló en los grupos que formaban los tertulianos.

Margalida, los ojos puestos en el misterio de las estrellas, cantaba romances ibicencos con voz infantil, más fresca y suave al oído de Febrer que la brisa que poblaba de leves estremecimientos la azul confusión de la noche.

La octava maravilla, é indicación de los argumentos de otras. A los dramas fundados en las fábulas antiguas sigue otra serie, cuyos argumentos provienen de leyendas ó romances del gran ciclo tradicional de la Edad Media. Esta composición encierra en todas las bellezas de los mejores libros fantásticos de caballería.

Resplandecía también en los lagares y esfoyazas por la oportunidad y donaire de su lengua; en las danzas por su extremada voz y el variado repertorio de sus romances, en los bailes por la destreza de sus piernas, por su aire gentil y desenvuelto. Pero mejor que en parte alguna resplandecía en cualquier rincón solitario al lado de una bella.

Muchos romances de fines del siglo XV y principios del XVI manifestaban terminantemente, que hasta los poetas eruditos emplearon estas formas, aunque no siempre en ventaja del género y de su sencillez.

Absorta se quedó al oír estas palabras la señora de Centeno, así como la Mariuca y la Pepina, y no les ocurrió sino que a la miserable huérfana abandonada le había salido algún padre rey o príncipe, como se contaba en los cuentos y romances.