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Y se iba, colérico, jurando no volver... y volvía, reflexionando que era fuerte cosa que mientras su familia estaba podrida en plata, no tuviera él ni para cigarros.

Para impedirme que le acuse tratará de deshacerse de . Para castigarme por haberle abandonado, descargará sobre su ira... Bastante tiene que hacer con defenderse contra ; tenemos que arreglar los dos una terrible cuenta. Puedes creerme, pobre mujer; él está más en peligro que . Jacobo se quedó un instante reflexionando. Me has ofrecido darme tu confesión por escrito... La acepto.

Vivían los ojos, vivían las mejillas sumidas y pálidas, renacía la juventud en aquel semblante marchito por tribulaciones misteriosas, y empañado por perpetuos celajes obscuros. Debía usted estar siempre risueño, Don Ignacio exclamó Lucía . Aunque añadió reflexionando del otro modo se parece usted más a usted. Artegui, risueño y solícito, le ofreció el brazo, pero ella no quiso cogerse.

Después, reflexionando sobre este error, me he echado a llorar; pero aun he llorado más amargamente cuando he advertido mis toldos destruidos por el viento, mis arbolitos abatidos por el hacha y la tierra sembrada con sus ramas.

Señorito, la señorita Marcelina, ahí donde usted la ve, se confiesa y comulga tan a menudo, y es tan religiosa, que edifica a la gente. Quedóse don Pedro reflexionando algún rato, y aseguró después que le agradaba mucho, mucho, la religiosidad en las mujeres; que la conceptuaba indispensable para que fuesen «buenas». Con que beatita, ¿eh? añadió . Ya tengo por dónde hacerla rabiar.

¿Con qué fin te incomodas, cuando pronto vas a mejorar? preguntó Reginaldo filosóficamente. Pero yo permanecí callado, reflexionando en la opinión de sir Carlos Hoare, de que la daga empleada para el crimen frustrado, había sido una vieja arma florentina, envenenada. Este mismo hecho me hacía sospechar que el cobarde atentado llevado contra mi persona, había sido obra de mis enemigos.

Reflexionando sobre esto se deduce que fuera del mundo contingente ha de haber un ser necesario en el cual esté fundada esa verdad necesaria que es el objeto de la ciencia. Esta no puede tener por objeto la nada; pues bien, los seres contingentes prescindiendo de su existencia, son pura nada.

El gran príncipe de Fez . Un Príncipe moro, reflexionando en un versículo del Corán, siente en su alma afición á otras creencias más elevadas, aunque no concretas, y abandona á su esposa y su patria para hacer una peregrinación á la Meca, y satisfacer su deseo. En su viaje cae cautivo en manos de cristianos, y confunde entonces el motivo misterioso de su peregrinación.

Dejé la pluma, pensativa, reflexionando que en provincias, a la hora actual, el matrimonio está por lo menos tan abandonado como en tiempo de Sebastián Mercier, cuando la abuela me arrancó bruscamente de mis demasiado sabias meditaciones. Un poco de memoria, Magdalena. Olvida que tenemos que ir esta tarde a ver a la señora de Brenay. Es verdad exclamé, no me acordaba...

Ya era tiempo de que yo viniese para hacerte volver á la razón. Lea levantó la cabeza y dijo con gravedad: ¡Es verdad! Ya era tiempo, en efecto. ¡Ah! ¿Lo ves? exclamó Sorege triunfante. Lea le miró con sublime desprecio. Ha comprendido usted mal. Todo este día que he pasado encerrada, sola y reflexionando, ha estado lleno de malas horas. El peligro infunde sospechas y yo que corro peligros.