United States or Indonesia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Juan de Pareja esclavo, como se ha dicho, de Velázquez, tuvo desde mozo afición a la pintura y la trabajó en secreto. Un día, sabiendo que el Rey había de ir al estudio de su amo, colocó vuelto contra la pared un cuadro que a escondidas había pintado, esperanzado con que el monarca sentiría curiosidad de examinarlo. Sucedieron las cosas como pensaba.

En el uno creí ver, o más bien recordar, rasgos de la pintura que me había hecho Neluco del Gómez de Pomar casado en aquel mismo pueblo. Las señas del otro no coincidían en nada con las que yo conocía del hermano soltero. Era todavía más innoble su cara que la de éste y más repulsivo el conjunto de su persona: tenía un chirlo en la nariz, que se la dividía casi por mitad, y un ojo medio borrado.

Toledo es interesante por su tipo social y su mérito monumental; pero el primero me importaba mas que el segundo, tanto mas cuanto que adolezco de una completa ignorancia en materia de arquitectura, pintura y escultura. Toledo carece absolutamente de industria. Es una ciudad muerta ó por lo ménos paralizada.

Mi papá, ahí donde usted le ve, ha sido el gallito de Sevilla. Traía dislocadas a las niñas con sus chalecos y sus palabritas. ¡Picaruela! murmuró el anciano, tocándole la cara con manifiesta ternura. La poesía es cosa superior, superior... ¡Pero como la pintura!... A la pintura no llega nada en el mundo. Ya que es usted aficionado, y muy inteligente le dije.

El novelista debe frecuentar los museos de pintura y escultura para acostumbrarse á escribir por medio de imágenes claras y precisas. Además es una manera de contrarrestrar la funesta manía de los análisis psicológicos, tan artificiosos como mentidos, que hoy nos domina.

Me previno que la Marquesa estaba de mal humor y que no había querido colocarse para su retrato, y añadió dando un suspiro: No qué va a pasar con la tal pintura; mi pobre hija la ha vuelto a empezar dos veces sin conseguir dar gusto a la de Oreve... Es fastidioso.

Teresa me parecía cada día más linda, y lo era en efecto, porque según he averiguado en el curso de mi vida, no hay pintura, raso ni brocado que hermosee tanto a la mujer como el amor. La pregunté repetidas veces si podía hablar con ella, y siempre me contestó que era de todo punto imposible: si la mamá llegaba a saber algo ¡adiós balcón!

El Ginebrino cultiva con esmero todo lo que tiene algo de artístico y delicado: la pintura, la escultura, la música, el grabado, la relojería, la joyería y hasta la disecacion de vegetales y animales curiosos.

Madrazo mismo, tan superior artista, no hizo mas que vegetar brillantemente en el arte divino de Rafael, de Rubens y Murillo. Perdóneseme, pues, que solo me detenga en lo mas sobresaliente, sin hacer mas que apreciaciones someras. La verdadera maravilla de Madrid es, sin disputa, el Museo de Pintura y Escultura, situado en el paseo del Prado.

Parecía que el americano había leído en mi pensamiento. En verdad, respondí, me gustaría ver cómo es en la calle después de haberla visto en la escena. Las mujeres pierden de tal modo cuando dejan el traje y la pintura... Así, si no vale la pena, suprimo mañana mi visita. Créame usted; vale la pena. ¡Qué diablo! Voy á verlo. Vaya usted, pues. Aquí le esperamos.