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En su mente va ordenando y combinando las ideas que recibe, claras y distintas todas, aunque desnudas de signo sonoro o dibujado que las represente, porque no hay para él palabra hablada o escrita. Sólo puede saber y sabe los varios gritos inarticulados de su madre adoptiva la gacela.

Los médicos aturdían la casa, ordenando remedios desesperados; los parientes llegaban ávidos y jadeantes, con el azoramiento de la inesperada noticia. Al día siguiente murió la señora. La familia trató a Maltrana con cierta benevolencia, haciéndole partícipe de sus acuerdos para el entierro. Todos ignoraban la voluntad de la muerta.

El arzobispo don Bartolomé María de las Heras no había gozado de esas mojigangas; y el primer año, que fué el de 1807, en que asistió a la procesión hizo, a media calle, detener las andas, ordenando que se retirase aquella mujer escandalosa que, sin respeto a la santidad del día, osaba pronunciar palabrotas inmundas. ¿Creerán ustedes que el pueblo se arremolinó para impedirlo?

Apeóse la incógnita en el sitio indicado, y ordenando esta vez al cochero que aguardase, entró por la calle X , mirando a una y otra acera, como si inspeccionase el terreno.

No es así, sin embargo, sino á fuerza de ciencia como esos pescadores han llegado á ser para nosotros especies de magos ordenando á sus víctimas la marcha en procesión hacia su anzuelo.

El concilio tercero de esta ciudad, del año 680, prohibe la representación de los mimos, ordenando especialmente á los clérigos y monjes que se abstengan de concurrir á los juegos escénicos. Las fiestas de corte, casamientos de príncipes, etc., invitaban á estos cómicos errantes á ejercitar su arte, ofreciéndoles rica recompensa.

Hubo protestas, escritos, espedientes, etc; los cuadrilleros se armaron prestos á encender una guerra civil, los curas estaban contentísimos, los españoles se divertían y ganaban dinero á costa de todos, hasta que el General resolvió el conflicto ordenando que se sentasen como los chinos por ser los que más pagaban, aunque no eran los más católicos.

Ahora insultáis al emperador. EL CONDE. ¡Os pido humildemente perdón, duquesa! Espero vuestras órdenes; mi castillo está por completo a vuestra disposición, lo mismo que a la del señor duque. He hecho mal ordenando que se apaguen las luces. En seguida van a encenderlas de nuevo.

Ordeñando vacas, fabricando mantequilla y quesos, han logrado algunas familias hacer fortunas colosales y retirarse a la ciudad a gozar de las comodidades.

Por una carta de D. Juan II fecha en Toro á 15 de Diciembre de 1441, fueron desterrados de esta ciudad y de cinco leguas á la redonda D. Juan Conde de Niebla, D. Pedro Ponce de Leon Conde de Arcos, D. Alonso de Guzman y D. Juan de Leon, ordenando al Concejo, que si no obedecían, se juntasen con el Pendon de Sevilla y le obligasen a cumplir su mandato.