United States or Ukraine ? Vote for the TOP Country of the Week !


Cedí con la sopa á los reiteradísimos «ponte más, no lo desaires» con que me acosaba la buena señora; y al tratar resueltamente de negarme á repetir de los potajes, tal fué la insistencia de la familia entera, y tanto me solfearon que despreciaba su pobreza, que por no sufrir tan inclemente machaqueo me resolví, con la resignación de un mártir, á jugar la salud en aquel lance; pero me fué imposible transigir con el capón: materialmente estaba ya lleno, rebosando mi estómago.

Ya que no lo has dicho; te lo advierto, para que sepas que soy tu amigo, que te quiero bien. ¿Comprendes? , señor. Entonces ya le dije claramente lo que tenía que decirle. has tenido amores con el señorito Juan, ¿verdad? No; no, señor. ¡Para qué negarme la verdad! ¡ has tenido amores con él, y lo que te pasa es la consecuencia natural ... ¿Comprendes? La Shele calló y bajó la cabeza.

No por qué se aplaude; pero, en fin, aplaudo. ¿Cómo negarme a ello, cuando a mi derecha y a mi izquierda veo las manos batir entusiasmadas? Sobre todo a mi izquierda. ¿Quién será éste que aplaude con tal saña? Me vuelvo, le miro a la cara. ¡Y es Sarrió! Sarrió que mira también y me reconoce. Y entonces se levanta; yo también me levanto.

No tiene aspecto muy sólido, pero sin embargo es bastante bueno. He realizado el sueño de mi vida. Nunca se debe desesperar de nada, hijita, nunca. Mirábalo yo, un tanto desconcertada, porque no podía negarme que mi imaginación me había representado un púlpito, como algo de grande y monumental.

Como éste había fallecido, no hallé razón por qué negarme, y en cambio de la promesa del pago de dicha suma, le dije lo que quería saber, y entre otras cosas, le expliqué el arreglo de las cartas, de modo que pudo descifrarlas.

¡Oh adorado señor! enloquecida Leila exclamó, resplandeciente en fuego: humilde, á tu mandato sometida, sin otro bien que para mi vida, ¿cómo negarme á tu anhelante ruego? ¡Mira, atiende, señor! tan tuya soy, tal te idolatra el pensamiento loco, á tu merced tan entregada estoy, que del amor que á tu delirio doy para decir lo inmenso todo es poco.

Ofrécela cuanto quiera y más que quiera, y toma las señas de la casa donde vive y su nombre. Yo añadió el cocinero , no me atreví á negarme; he venido, y temeroso de llevar á su majestad vuestra contestación, he preferido, confiado en vos, deciros lo que os he dicho; pero, por Dios, no pronunciéis ni una sola palabra imprudente, porque su majestad es muy mirado y nos perderíamos los dos.

ALCALDE. Pues es muy justo que se te pague, porque la paré no debió haberse caído. CLETO. Eso mesmo creo yo. ALCALDE. Eso es lo que se necesita.... ¿Y qué dice á esto el demandado? DEMANDADO. Que esa demanda envuelve la falsedad más indigna; que estoy resuelto á negarme á la infame exigencia del demandante, y á hacer todo lo posible por enviar á un presidio á los autores de esa impostura.

¿Qué hacer?... ¿Negarme a la entrevista?... La verdad es que me dan buenas ganas... 31 de octubre. Mucho la mujer varía, Loco quien de ella se fía... La sabiduría de las naciones habla en este momento por mi boca, sin que mi propia sabiduría la contradiga... Al contrario.

Mi primer impulso fue negarme a mostrárselas, pero después recordé que era uno de los más grandes peritos que había en estas materias, y, por consecuencia, saqué el pequeño paquete del sobre en que lo había puesto. ¡Ah! exclamó en el momento que las tuvo en su mano y las recorrió rápidamente. Este es el más complicado y difícil de los enigmas cifrados, señor Greenwood.