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Como todas sus atribuciones sobre la pequeña eran morales y secretas, Salvador no se atrevía a significarse visitándola demasiado y se limitaba a verla con toda la frecuencia posible dentro de una prudencia conveniente. Antes que la niña partiese de Luzmela pudo él abrazarla y prometerla toda su fortuna y su desvelo.

Hablaba ya de entender de la Comedia, murmuraba de los Cómicos famosos, reprehendía los gestos á Pinedo, daba mi voto en el reposo natural de Sánchez, llamaba bonico á Morales, y pedíame el parecer en el adorno de los Teatros y trazar las apariencias. Si alguno venía á leer la Comedia, yo era el que la oía.

El viejo no puede gozar; y cree que en el goce no están las condiciones morales y elevadas de la vida; cree que es un sueño, una decepcion, un frenesí: aquí el censor perpétuo de la juventud. El egoismo es el carácter más universal y más profundo de la vejez, porque se refiere á objetos que tocan más inmediatamente su existencia.

Tiene la cabeza algo levantada y la boca abierta como en disposicion de arrojar por ella un caño de agua. La cierva, de la misma materia y tamaño, fué llevada al monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe. No sabemos si se conserva. Ambrosio de Morales en sus Antigüedades se esforzó vanamente en persuadir que Córdoba la vieja era la Colonia patricia fundada por Marcelo.

Con arreglo á estos principios, podemos fijar clara y exactamente las ideas morales. [239.] La moralidad absoluta, y por consiguiente el orígen y tipo de todo el órden moral, es el acto con que el ser infinito ama su perfeccion infinita. Este es un hecho absoluto, del cual no podemos señalar ninguna razon

Al parecer ninguna proposicion moral puede expresarse de esta manera, atendiendo á los elementos primitivos de nuestras ideas morales, porque en todas estas proposiciones se implica la idea del deber, que es esencialmente una idea relativa. Esta es una proposicion moral cuya estructura parece contradecir lo que acabo de establecer.

Podía pasar la noche pensando en la religión, en la virtud en general, por aquel sistema nuevo, y no preocuparse todavía con el cuidado de recibir al Señor dignamente. Era una prórroga; un respiro. Y ya no le parecía impropio dar rienda suelta a su alegría, aquella alegría causada por fuerzas morales puramente y que tal vez era la alborada del día esplendoroso de la virtud.

Cara costó esta victoria al general en jefe español, pues Morales recogió su cadáver en el campo de batalla, mientras los jefes republicanos, casi solos, de alli á poco tiempo regresaron á Maturin.

Hablaba ya de entender de la comedia, murmuraba de los famosos, reprehendía los gestos a Pinedo, daba mi voto en el reposo natural de Sánchez, llamaba bonico a Morales, pedíanme el parecer en el adorno de los teatros y trazar las apariencias. Si alguno venía a leer comedia, yo era el que la oía.

Defender los intereses morales y materiales de las provincias, sostener su vida autonómica, independiente, frente a la acción y poderío absorbentes de la capital, «foco de inmundicia que envenenaba la savia de la nación y secaba todos sus veneros de riqueza». ¡Qué grande y noble pensamiento! A fines de octubre, Gonzalo fué a Lancia con una comisión de su suegro.