United States or Cambodia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Se le sublevaba su amor propio de monarca indiscutible en los Pazos de Ulloa al verse tenido en menos que unos catedráticos acatarrados y pergaminosos, y aun que unos estudiantes troneras, con las botas rojas y el cerebro caliente y vibrante todavía de alguna lectura de autor moderno, en la Biblioteca de la Universidad o en el gabinete del Casino.

Llegan por fin al último piso, ante una puerta detrás de la cual déjase oír una vaga música; la señora Bouzine recobra el aliento, y luego llama. Una criada, bastante sucia, introduce a las visitantes en un saloncito poco amueblado y cuyo moderno estilo disimula mal la pobreza. LEA. Oye, mamá... ¿Por qué no nos marchamos...? ¡Volveríamos otro día...!

En regiones como Castilla, como la Mancha, sin agua, sin caminos, sin árboles, sin libros, sin periódicos, sin casas confortables, ¿cómo va a entrar el espíritu moderno? ¿Somos tan ingenuos que creamos que lo va a llevar un día u otro la Gaceta oficial?

En su glorioso despertar ya no fue metálico, pesado e individual; no vivió más en su escondrijo de terror, y reunió a las muchedumbres para la obra común por medio de esos documentos que llaman acciones y obligaciones. El papel, que es el ala del pensamiento moderno, fue el signo de su poder.

La ciudad cuenta ya con un hermoso mercado de estilo moderno, es decir de cimientos y zócalos de piedra y paredes y naves de hierro y cristal. Están acabando también la Bolsa, palacio espléndido, de mucho gusto y que será un verdadero monumento para las artes y la especulacion.

La gran dificultad del arte moderno en las construcciones religiosas, admirablemente resuelta por la arquitectura ojival, vulgarmente llamada gótica, fué cubrir de bóveda de piedra las naves mayores de los templos, dando á estas luces altas y directas, y sosteniéndolas, no en gruesos pilares que ocupasen una grande area como en las construcciones romanas, sino en delgados y esbeltos apoyos, que obstruyesen lo menos posible el espacio destinado á los fieles.

»¿Qué espectáculo será semejante al de esos mil arcos ligeros descritos en el espacio, apenas sostenidos en sus arranques y dejando pasar la luz, como un bosque ornado de guirnaldas que sacude y levanta la brisa? No sabrán las gentes á qué compararlo, porque no habrá monumento antiguo ni moderno que ofrezca tan original combinacion.

Aresti sonrió, mirando con lástima al joven. Era posible que no lo entendiese: aquellas cosas no las enseñaban en Deusto. Además, una moral con todos sus preceptos, no se fabrica de la noche á la mañana como un sermón de los padres de la Compañía. Bastante había hecho el pensamiento moderno en menos de un siglo; y aún estaba en la primera etapa de su marcha hacia el infinito.

Contribuye á lo extraordinario de este libro la forma de la narración, puesta en labios de un niño moderno que durante sus sueños recuerda su vida anterior en la caverna prehistórica.

Es asimismo de recelar que el jesuitismo moderno, si bien fustiga con sobrada acritud los vicios del día, se haya dejado, sin sentirlo, inficionar por algunos de ellos, y en particular por los que afean más ahora á las clases medias y elevadas de la sociedad, con las que los jesuítas tratan y alternan frecuentemente.