United States or Seychelles ? Vote for the TOP Country of the Week !


El motivo, ó mejor dicho, la ocasión de exacerbarse el mal y de aparecer de repente con tan medrosos síntomas, era para todos un misterio. Esto no obstaba para que Doña Blanca empezase á temer que pudiera caer sobre ella el crimen de infanticidio por esquivar el delito de hurto.

Lo he hecho todo, prevenido todo y arreglado lo mejor que he podido; he encontrado el medio de estar dentro y fuera, en casa y en la calle. Afortunadamente las calles son magníficas; el afirmado no tiene nada que envidiar al del bulevar. Hemos salido a las diez, y ahora ya nos tiene usted instalados.

En pagarés de mil duros cada uno. El judío, después de vacilar, llenó los pagarés y puso los sellos. Si cobra usted advirtió de cada pueblo me puede usted ir enviando las letras. ¿No las podría depositar en los pueblos en casa del notario? , es mejor. Un consejo. En Estella no vaya usted donde el ministro de la guerra. Preséntese usted al general en jefe y le entrega usted las cartas. Eso haré.

La verdad, velada en la imagen o símbolo, seguirá siempre grabándose mejor en el alma de las muchedumbres, que la verdad, o la teoría que pretenda pasar por tal, expuesta con método didáctico rigoroso. Así la poesía será menos poesía, será menos bella, será más fría y más sin alma; pero podrá ser útil.

Después de largas y profundas meditaciones imaginó que lo mejor era provocar un lance con algún periodista de Lancia aprovechando la polémica que el Faro venía sosteniendo con el Porvenir, acerca de cierto ramal de carretera. Y como lo pensó lo hizo.

Hay que asegurar el trabajo durante los meses que aún faltan hasta el 30 de Mayo, día que señala, con la llegada del verano, la clausura de los principales teatros cortesanos y la completa renovación de las compañías. Por ahora sólo se trata de cambiar ligeramente el personal de cada coliseo, para «refrescar» un poco el cartel y así atraer mejor la atención ingrata del público.

Frecuentó mucho más las tiendas de vinos y en la suya procuraba que reinase la alegría hasta las altas horas de la noche. Con lo cual, si no se consolaba, por lo menos se aturdía. Era esto poco, sin embargo. Comprendía que la mejor medicina para aliviarse sería un nuevo amor y trató de buscarlo.

Como las tierras del tío Barret no serían nunca para los hombres, debían anidar en ellas los bicharracos asquerosos, y cuantos más, mejor.

Esta noche, dos movilizados decían al marcharse: «Cuando entremos en Alemania les impondremos la República...» La República no es una cosa perfecta, amigos míos, pero representa algo mejor que vivir bajo un monarca irresponsable por la gracia de Dios. Cuando menos, supone tranquilidad y ausencia de ambiciones personales que perturben la vida.

Era su mejor amigo; además, era español, y tenía el deber de servirle en la circunstancia más importante de su vida. Lo necesitaba como padrino de boda. El profesor quedó estupefacto al enterarse de que se casaba con la hija del jardinero. ¡Una muchacha que podía ser su nieta!... Era desafiar al destino, correr á sus años en busca de la desgracia que ya presagiaba su nombre.