United States or Argentina ? Vote for the TOP Country of the Week !


Este poeta tiene una memoria feliz. El pobre hombre no acierta ni por casualidad. Tanto artificio, tanta falsificación poética, la lluvia de lugares comunes, me ponen muy nervioso. Tal vez hubiera llegado a agredirle si no llega a volver la niña rubia que llevó los versos al periódico y que retorna con cinco duros. El mal poeta la besa en la frente con sincera ternura.

Aun conociendo usted estos lugares tan bien como yo, es dificilísimo que llegue a comprender hasta qué punto yo los hallaba deliciosos: todos lo eran para , hasta el jardín que, ya lo ve usted, es bien modesto.

Pero saltaba sobre los lugares pantanosos, se introducía por entre el frondoso ramaje, trepaba cuando encontraba cuestas que subir, ó descendía á las hondonadas; en una palabra, venció todas las dificultades que se le presentaron en el camino, con una actividad infatigable que á él mismo le sorprendía.

Fernanda no había presenciado nada de esto. Estuvo a primera hora en el bosque, haciendo de ninfa pudorosa como sus compañeras; pero cansada pronto del papel, se apartó de ellas y comenzó a discurrir por los lugares más solitarios.

En ciertos momentos parecía este palacio del juego un balneario célebre, un Lourdes milagroso. Llegaban, como llegan los enfermos incurables á otros lugares, empujados por la esperanza; pero esta esperanza no era la de la salud, que les dejaba indiferentes.

Pronto se desentendieron de Galba, el ofendido esposo y padre desconsolado, y pusieron en duda la sinceridad de su dolor; pero guardaron su cómica compasión para el coronel Roberto, abrumando a este hombre, hombre excelente, con intempestiva simpatía manifestada en las tabernas, salones públicos y otros lugares no menos inadecuados para demostraciones de tal género.

Del seminario salió por una ventana, con un trabuco, pues nada menos exigían la prisa y el peligro con que acudió a defender la causa del pueblo en una intentona revolucionaria en que se vio comprometido, familiar y todo, por culpa de amistades heteróclitas, adquiridas en las escapatorias frecuentes que de noche emprendía con otros compañeros y algún seminarista amigo de ir al teatro y a lugares de corrupción más inmediata.

Villalegre no era el único teatro de sus proezas, sino que, a pesar de las amonestaciones y reprensiones de su padre, a menudo muy duras, se solía ir de parranda al campo o algunos lugares cercanos, y en dos o tres días no aparecía por su casa. Don Paco no tenía, pues, rivales.

Agregar a esto, un cuerpecito raquítico, enflaquecido, de carnes amojamadas, sobre unas piernas de alambre, que se movían nerviosamente: todas las trazas del doctor Eneene eran las de un boticario retirado, y boticario de pueblo, por añadidura; allí no se veían rastros del pensador, ni del hombre de Estado, ni del tribuno, ni de nada de esto; y si su aspecto exterior no lo decía, menos lo denunciaba su conversación, vulgarísima, sin una idea que flotara en aquel mar de lugares comunes, sin una chispa que revelara la inteligencia, a obscuras, o la ilustración, a ciegas.

Después de mucho luchar con la sensibilidad y el cariño materno, pugnó por sobreponerse a este, y resueltamente exclamó: ¿He dicho que la traigan aquí? No, me equivoqué. No quiero verla, no es mi hija. Váyase a los lugares de donde ha venido. Mi hija ha muerto.