United States or Mongolia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Leto, sonriendo de cierta manera habitual en él, contestó a su padre: ¡Si supiera usted la procesión que me anda por dentro!... ¡Ay, Leto del alma! replicó don Adrián parándose en firme . Pues si a procesiones fuéramos... ¡quién, en casos tales, no las llevará consigo, en más o en menos, caray, hasta hacerle temblar las choquezuelas?

Las mañanas en el jardín, los paseos en el invernadero, las tardes del lluvioso otoño pasadas tras los balcones del gabinete mirando estrellarse y correr las gotas de agua por los empañados vidrios; las horas en que sentado a un extremo de la mesa veía trasparentarse al fondo de sus pupilas azuladas toda la ternura de su alma, le hacían gozar de una manera tranquila, sin que su propia naturaleza varonil le llevara a pensar en otros halagos ni promesas.

Los víveres y los demás objetos que contenía habían desaparecido igualmente. Sólo habían dejado allí un remo roto y, por lo tanto, inservible, y algunos trozos de cuerda. ¿Y qué hacemos ahora? se preguntó Van-Stael que parecía anonadado. ¿Quién nos llevará ahora a Timor? ¡Miserables! ¡Hasta los instrumentos náuticos nos han robado! ¡No nos han dejado ni siquiera una galleta! dijo Cornelio.

¡Ay, Don Ignacio! ¿me llevará usted mañana? gritó Lucía, dilatados los ojos con el afán y alzando sus manos suplicantes. Mañana... Artegui se quedó otra vez pensativo . Pero, señora pronunció ya con diverso tono , ¡hoy debe llegar su marido de usted! Es verdad. Cesó de suyo el diálogo, y ambos interlocutores miraron el fuego, y aún Artegui le añadió leña, porque menguaba.

6 Será comido el día que lo ofreciereis, y el siguiente día; y lo que quedare para el tercer día, será quemado en el fuego. 7 Y si se comiere el día tercero, será abominación; no será acepto; 8 y el que lo comiere, llevará su delito, por cuanto profanó la santidad del SE

Es que no es nada divertido el viaje. No es preciso que vos me acompañéis, tío, por eso os ruego que no lo hagáis, me estorbaríais. Quiero ir sola con la vieja ama de llaves, si es que me lo permitís. Haz como quieras. Mi carruaje, te llevará hasta C *, donde te será fácil hallar otro que te lleve hasta el Zarzal. ¿Cuándo quieres ir?

Hay tiempo. Mi automóvil nos llevará en un instante. De pronto, una conmoción en todo el hotel: repiqueteo de timbres, alaridos de sorpresa de la doncella antipática, choque de puertas, voces de hombres. La doncella entró corriendo: Señora.... ¡Es el señor! No dijo más, pero la vieja lo adivinó todo. «El señor» sólo podía ser uno.

No, se llevará de casa. Pero es indispensable buscar otra cosa, para lo cual no dudo que necesitáreis mucho dinero. ¿Qué cosa, señora? Un veneno que mate como un rayo. Y al decir estas palabras Dorotea, se cubrió el rostro con las manos y rompio á llorar. ¡Un veneno, señora! exclamó aterrado el cocinero ; ¡un veneno! ¿y para qué le queréis?

Elías es un loco rematado, es realista; pero con un fanatismo que le llevará hasta el martirio. ¿Y quiere á esa joven? No : yo lo dudo. Coletilla no ama más que al Rey, mejor dicho, al Príncipe real. Pues bien: á ver como me introduces en esa madriguera. Es preciso entrar de ocultis dijo con la más maliciosa sonrisa el abate.

Esté usted segura de que el día en que le conceda la mano de su hija, se habrá acabado todo entre él y la señora Chermidy. Llevará a su mujer a Italia; yo les acompañaré y usted también, y si Dios tiene a bien hacer un milagro, seremos tres para ayudarle, señora duquesa.