United States or Togo ? Vote for the TOP Country of the Week !


En uno de estos callejones escuetos y solitarios se detuvo de repente nuestro joven, que había llegado hasta allí maquinalmente, para orientarse del lugar en que se encontraba.

¡Ah, el Sr. Reyes!... ¡Reyes herido!... ¡Una desgracia!... Antes que él pudiera desmentir la noticia, había llegado al cuarto de Mochi y al de la Gorgheggi. Ambos acudieron a todo correr, asustados.

No pudo acabar. Un soldado, que había llegado a la cima, le puso el cañón del fusil en la frente, y le deshizo la cabeza, diciendo: ¡Muere, cochino! Lo mató sin hacer caso de las voces de sus compañeros, que gritaban: ¡Déjamelo a ; déjamelo a !

»-Sabed, amigo Lotario, que tengo una pena en el corazón que me le aprieta de suerte que parece que quiere reventar en el pecho, y ha de ser maravilla si no lo hace, pues ha llegado la desvergüenza de Leonela a tanto, que cada noche encierra a un galán suyo en esta casa y se está con él hasta el día, tan a costa de mi crédito cuanto le quedará campo abierto de juzgarlo al que le viere salir a horas tan inusitadas de mi casa.

En las «Cartas que escribió un cavallero desta Corte á un su amigoespecie de Gaceta de los años 1621-1623, se dice en una de 15 de agosto de 1623: «Desde que llegó el Príncipe de Gales á esta corte, se ha tenido con Su Alteza toda la cortesía posible, y cuydado de su regalo y desseo de festejalle y entretenelle, ansi con diversas fiestas que se le han hecho, corriendo toros en cantidad, con rejones y lanzadas admirables, como jugando cañas de vistosas libreas, cavallos y jaezes, cosas pocas vezes ó nunca vistas de la nacion Inglesa, ya con máscaras y encamisadas, que han bien merecido las particulares relaciones que dellas se han hecho, y ya con Comedias excelentes, ansi por los autores que las han hecho, como por el primor á que ha llegado la poesía y elegancia dellas en estos tiempos, y por la diferencia de bayles y músicas con que las han adornado: y esto con tanta frecuencia, que cada semana ha oido una ó dos comedias.

Por lo visto contestó Leoville si eres la reina del baile, ella es la virreina y yo he llegado tarde; me ha enseñado su carnet tan atestado de nombres que ya no había manera de añadir allí ninguno. ¿Es decir que no hay medio posible? repuso Magdalena con viveza.

Llegado que fue Roque, preguntó a Sancho Panza si le habían vuelto y restituido las alhajas y preseas que los suyos del rucio le habían quitado. Sancho respondió que , sino que le faltaban tres tocadores, que valían tres ciudades. ¿Qué es lo que dices, hombre? -dijo uno de los presentes-, que yo los tengo, y no valen tres reales.

Su pensamiento estaba fijo en el bufón del rey, que según él, debía llegar de un momento á otro. Montiño había llegado á ponerse en la situación de uno de esos grandes estorbos que contrarían al más paciente. Sin embargo, el impenetrable semblante del padre Aliaga no se alteró. Montiño se le había venido encima con una petición á que no podía negarse como sacerdote.

No pereciste aun; mas ¿quién podia creer que no hubiese llegado ya tu última hora? Dueño de Soleyman, «robad, saquead, dijo á sus tropas: ahogad la voz en la garganta de los que os ultrajaronPor tres dias tuviste hundida en tu seno la lanza de los bereberes; por tres dias te viste condenada á asordar el aire con inútiles gemidos.

No acertaremos a explicar con qué arte diabólico Tiburcio había averiguado que al anochecer del día anterior dos gentiles damas, conocidas suyas, habían llegado a Cintra muy recatadamente, y habían ido a instalarse en una hermosa casa de campo que allí poseían los señores Adorno y Salvago.