United States or Singapore ? Vote for the TOP Country of the Week !


Vuelve al triste espectáculo la vista, Verás con quanta priesa y quanta gana Toda Numancia en numerosa lista Aguija á sustentar la llama insana; Y no con verde leño y seca arista, No con materia al consumir liviana, Sino con sus haciendas mal gozadas, Pues se ganaron para ser quemadas.

Se vio entonces protegida en cierto modo por aquel ruido, envolviéndose en él su confesión y su descuido de toda regla conforme con la etiqueta, cuando los vigorosos brazos del joven la ayudaban a bajar del caballo, pareciendo juzgarla ridículamente pequeña y liviana.

Daría yo muestras de una desconfianza que no me honraría ni honraría a la compañera de mi vida. Haría creer que la sospechaba de liviana o de fácil. Ejercería contra mi mujer un acto tiránico, que tendría, además, algo de infamatorio. Ella tendría entonces razón para dejar de amarme..., para odiarme..., quizá para despreciarme

Después, poco a poco y al compás que él iba siendo más atrevido y más explícito, fueron despertándose en aquellas ideas, pasiones o inclinaciones, pues no cómo las llame, que siempre, a pesar del freno religioso y a falta del freno del orgullo y del decoro en este particular, han hecho de lo que rudamente podemos llamar una mujer liviana, o más bien han impedido que yo no quiera, ni pueda, ni logre nunca desechar de la liviandad primitiva.

A estas cinco causas, como capitales, se pueden agregar algunas otras que sean justas y razonables, y que obliguen a tomar las armas; pero tomarlas por niñerías y por cosas que antes son de risa y pasatiempo que de afrenta, parece que quien las toma carece de todo razonable discurso; cuanto más, que el tomar venganza injusta, que justa no puede haber alguna que lo sea, va derechamente contra la santa ley que profesamos, en la cual se nos manda que hagamos bien a nuestros enemigos y que amemos a los que nos aborrecen; mandamiento que, aunque parece algo dificultoso de cumplir, no lo es sino para aquellos que tienen menos de Dios que del mundo, y más de carne que de espíritu; porque Jesucristo, Dios y hombre verdadero, que nunca mintió, ni pudo ni puede mentir, siendo legislador nuestro, dijo que su yugo era suave y su carga liviana; y así, no nos había de mandar cosa que fuese imposible el cumplirla.

Y él, lleno de sospechas y apesadumbrado de creerme liviana, siguió espiándome, y anteanoche, en la misma antesala de doña Inés, me sorprendió cuando don Andrés me abrazaba y me cubría de besos la cara y hasta la boca.

Y no cedía a ellas, porque la repulsión que le inspiraba, cualesquiera que fuesen sus gracias, una mujer que cerca de la mesa de trabajo de su esposo o junto a la cuna de su hijo no temblaba de ofrecerlas, era mayor que las penosas satisfacciones que la complicidad con una amante liviana produce a un hombre honrado.

Pero yo lo llevé a un lado y le dije: Vuelva a su casa, mi querido pastor, y haga que su mujer le un buen grog. Su túnica me parece un poco liviana. Hum... contestó con expresión maliciosa; nadie lo diría, pero tengo debajo una levita. No importa repliqué; será mejor que se vuelva. Del joven me encargo yo; mejor que usted dónde tiene la herida. Y nos dejó solos.

Plinio había hablado de enormes arboledas del Septentrión que el mar socava, y como son de grandes raíces, flotan sobre las olas y de lejos parecen islas. Séneca había descrito la naturaleza de ciertas tierras de la India, que por ser de piedra liviana y esponjosa van sobrenadando en el Océano.

Mira la mala cristiana Que consejo al muchacho, , que no estaba borracho Como , falsa, liviana. Madre, alfin que no me quedo? Qué me llevan estos moros? Contigo van mis tesoros. A fe que me ponen miedo. Mas miedo me queda á De verte ir á do vas, Que nunca te acordarás De Dios, de , ni de ; Porque estos tus tiernos años Qué prometen sino aquesto?