United States or Bulgaria ? Vote for the TOP Country of the Week !


Debe estar hecha una tarasca pensaba su hermano, sonriéndose, cada vez que acababa de leer una de estas cartas . Pero es buenota como el pan, y varonil como ella sola.

Pero lo cierto es que los contemporáneos del poeta no se escandalizaban de asistir á la representación de sus obras; que el mismo autor pertenecía á una orden monacal; que profesaba principios rígidos y severos; que existía una censura vigilante, á cuyo examen se sometían todos los escritos que habían de darse á la prensa, y que el cargo de censor estuvo siempre desempeñado por eclesiásticos, por lo cual no puede menos de sorprendernos, al leer en una de las licencias expedidas para la publicación de las obras de Tirso de Molina, «que nada se contiene en ellas que se oponga á las buenas costumbres ni comprendan ningún ejemplo pernicioso para la enseñanza de la juventudEs de presumir, á pesar de esto, que algunos escrúpulos hubo de sentir el poeta fraile, allá en los repliegues de su conciencia, cuando sólo con nombre fingido permitió que circulasen sus comedias, publicando otras muchas obras suyas con el verdadero.

¡Qué delicia! murmuró Currita; y mordiéndose los labios hasta hacerse sangre, volvió a leer por dos veces la carta, sentándose antes en una butaca. Quedóse luego, pensativa breve rato, sin que denunciase su alteración más que un imperceptible temblorcito en la mano que sostenía la carta, una ligera crispatura en los labios, un torvo reflejo en la vista, fija siempre en la alfombra.

Me miró con cierta sorpresa, se aseguró de que nada había en torno de nosotros que pudiera explicar el efecto de tan gran emoción, lanzó una mirada rápida y distraída sobre el parque, el jardín, el cielo, y añadió: Pero, ¿qué le pasa a usted?... Después se puso a leer mi trabajo. Está bien me dijo luego que hubo leído la composición; pero es un poco insípido.

Los acusó de demasiado apresuramiento y creyó leer en sus ojos una alegría sórdida. No obstante, no olvidó los graves intereses que allí la llevaban y expuso fríamente el motivo de su visita.

Norabuena respondió Costanza ; que yo la rezaré, porque leer. Ha de ser con condición dijo Tomás , que no la ha de mostrar a nadie; porque la estimo en mucho, y no será bien que por saberla muchos se menosprecie. Yo le prometo dijo Costanza , Tomás, que no la a nadie; y démela luego, porque me fatiga mucho el dolor. Yo la trasladaré de la memoria respondió Tomás , y luego se la daré.

El señor Fermín se conmovía recordando esta época feliz, que fue la de su matrimonio con la pobre mártir, como él llamaba a su difunta mujer. Se reunían los compañeros de trabajo en las tabernas todas las noches, para leer los papeles públicos, y la caña de vino circulaba sin miedo, con la largueza del jornal abundante y bien retribuido.

Porque el amor nos permite leer en el corazón del ser amado, porque lo que la turbaba y la hacía sentirse avergonzada, no era su amor por , sino el temor de que así como yo había sido fingido Rey, hubiera representado también el papel de amante y recibido sus besos burlándome interiormente de ella.

Y Dios Nuestro Señor, para confirmarlos en la fe, y mostrar cuánto se agradaba de aquella devoción y fervor, restituyó la salud á todos los enfermos y calenturientos con sólo leer el Padre sobre estos el Santo Evangelio.