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En tan lamentable estado, aún se quiso hacer un esfuerzo para seguir al Príncipe de Asturias, que había izado la señal de retirada; pero el Nepomuceno, herido de muerte, no pudo gobernar en dirección alguna.

La mayor parte de las obras de Calderón era inaccesible á la generalidad de los lectores, y lo que se imprimió se mutiló en parte, de la manera más lamentable, para satisfacer las exigencias de los libreros; también se le atribuyeron muchas obras apócrifas.

Sin faltar descaradamente a la verdad, no hubiera podido tener mi cuento fin menos lamentable y menos vago, a no ser por un dichoso encuentro casual que tuve en Nueva York diez o doce años después de la desaparición de Poldy.

Esa es una historia lamentable dijo la condesa . Se casó en secreto con un aventurero francés que se decía primo del príncipe de Rohan, colaborador de Dumas, enviado por el barón Taylor para comprar curiosidades artísticas, y que por desgracia se llamaba Abelardo. Ella encontró en su nombre y en el de su amante la indicación de su unión marcada por el destino.

Los padres creían entonces que la verdadera y más propia morada de los angelitos es la tierra; y tampoco podían admitir la teoría de que es mucho más lamentable y desastrosa la muerte de los grandes que la de los pequeños. Sentían, mezclada á su dolor, la profundísima lástima que inspira la agonía de un niño, y no comprendían que ninguna pena superase á aquélla que destrozaba sus entrañas.

La guerra, la política, ofrecen un espectáculo de confusión lamentable. Don José de Relimpio manifiesta con gran seso que la cesantía de treinta mil reales que disfrutan los ex ministros españoles es la causa de estas tremolinas. Julio. Alcoy, Sevilla, Montilla. Sangre, fuego, crímenes, desbordamiento general del furor político. Doña Laura cae gravemente enferma. La guerra civil crece.

El acaso te acercó a Magdalena y él también te hizo nacer seis o siete años demasiado tarde; esto, que para ti representa una desgracia, quizás es también un accidente lamentable para ella. Si otro ha llegado y casádose con ella, no ha hecho más que tomar lo que a nadie pertenecía; por eso, que tienes muy buen sentido, a pesar de poseer un gran corazón, nunca has protestado.

Este singular atrevimiento, uno de los episodios más honrosos de la jornada de Trafalgar, se llevó a cabo en un buque desarbolado, sin timón, con la mitad de su gente muerta o herida, y el resto en una situación moral y física enteramente lamentable.

Como Paris es verdaderamente una ciudad mágica y portentosa, donde se halla reunido todo lo mejor de la Francia, sus poetas, sus filósofos, sus pintores, sus literatos, sus hombres políticos; como en Paris vive el arte, como es el centro de todas partes, como es la sola ciudad que generalmente visita el viajero, de aquí el que se crea que la Francia es el primer pueblo. ¡Error! y error lamentable, porque Paris no es mas que la capital, y Paris no es la Francia para el filósofo, para el que pretende estudiar el estado del pueblo.

Sobre lo desconcertado que ya estaba, aquella contestación y la actitud inquisitorial con visos de hostil en que se me presentaba acabaron de privarme de las escasas migajas de razón que aún retenía. Comencé a desbarrar de un modo lamentable.