United States or Romania ? Vote for the TOP Country of the Week !


Versará el discurso sobre algún asunto importante para la provincia que usted representa. Cabalmente exclamó don Simón, mientras el otro escribía con el lápiz en una cuartilla, sobre el mármol de la contigua chimenea. A ver si es esto dijo a poco rato el periodista, leyendo al diputado lo que había escrito.

A lo cual, mansamente, deteniendo el Diablo la carreta, respondió: -Señor, nosotros somos recitantes de la compañía de Angulo el Malo; hemos hecho en un lugar que está detrás de aquella loma, esta mañana, que es la octava del Corpus, el auto de Las Cortes de la Muerte, y hémosle de hacer esta tarde en aquel lugar que desde aquí se parece; y, por estar tan cerca y escusar el trabajo de desnudarnos y volvernos a vestir, nos vamos vestidos con los mesmos vestidos que representamos.

Y díla que en tu pensil, en bullicioso tropel, huríes te han reclamado y beldades más de mil, y que a todas ellas, cruel, con esquivez te he negado. Sueño fugaz de la vida, campo esmaltado de flores, aura empapada de olores, carrera llana y florida...: tal es la infancia querida.

Al mismo tiempo tosía con una expresión irónica. ¡Ejem! ¡ejem!... Y el devoto remendón movía la cabeza como si contestase: «¡Eh! ¿Qué tal? ¿No lo decía yo?...» Cuando supo Maltrana esta visita, prorrumpió en exclamaciones de cólera. De estar él, allí les hubiera echado a la calle, para que aprendiesen a no curiosear en casa ajena.

Componíase de un aposento, nada holgado, con dos litografías por toda decoración, y seis sillas y una mesa por todo ajuar, que el partido local había alquilado a la viuda de un talabartero, furibundo federal en vida. ¿Qué es la república? Un maremágnum, el ecuménico de los beligerantes, el leal de la romana de Sastrea. Pero, sobre todo, abundo en lo del ecuménico.

Los que penetraban en la sala y la veían en aquella actitud murmuraban entre palabras de sorpresa y se retiraban silenciosamente, conmovidos y admirados. Por fin, toda la gente de fuera se fue retirando, y la misma María se encerró en su cuarto a descansar, que harto lo necesitaba después de la amarga serie de peripecias y los grandes trabajos que había padecido en el espacio de algunas horas.

Los hijos que nacian de sus siervos les eran quitados desde el punto de nacer, cuando los cristianos conservaban los de los suyos en la propia esclavitud que tenian sus padres.

Tomó el sombrero y saludando al Jurado iba a retirarse, cuando el juez llamole: Si algo tiene que decir a Tennessee, haría usted mejor en comunicárselo ahora mismo. Los ojos del preso y los de su extraño abogado se encontraron aquella noche por primera vez. Tennessee mostró sus blancos dientes con franca sonrisa y diciendo: ¡Partida perdida, viejo! le tendió la mano con efusión.

El brigadier padecía mucho con esta injustificada aversión y procuraba mitigarla, sin resultado alguno. Necesitábase la pasión loca que su mujer le había inspirado y su carácter pacífico, para que algunas veces no hubiese un escándalo en casa. Los parientes, en cuanto se hicieron cargo de lo que pasaba, mostraron mucho disgusto.

Demostró, en voz cascada y lenta, pero impávido, primero: que era una superchería lo de que la demolición de la capilla pudiese proporcionar los recursos a que se refería el presidente; que no había en el edificio más sillares que los pequeñísimos y carcomidos de la puerta; que los ornamentos no valdrían, en subasta, dos pesetas, y que no llegarían a treinta reales las esculturas del pobrísimo y desmantelado altar.