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En efecto, Vevey contiene, entre otras cosas interesantes: dos bibliotecas, la una religiosa y popular y la otra de la ciudad, con 13,000 volúmenes; un número muy considerable de colegios, escuelas, hospitales, hospicios y otros institutos de enseñanza y beneficencia; varios pequeños museos ó colecciones científicas, literarias y artísticas; tres círculos, con gabinetes de lectura; muy buenos edificios para todos los servicios públicos; excelente alumbrado de gas, muelles y mercados; centenares de talleres y pequeñas fábricas, y una multitud de sociedades que atienden á los intereses literarios, religiosos, económicos, etc.

Les fué vedado ejercer la medicina i cirugía, tener abiertas sus casas para comerciar con los cristianos, i en fin disponer de sus bienes i personas del modo mas conveniente á sus intereses i al acrecentamiento de sus riquezas.

Se trataba de la posesión de una gran extensión de tierras en el Colorado. Rehusé. Entonces fue cuando, durante algunos meses, estuvimos muy pobres. Y entonces era cuando yo ponía la mesa dijo Bettina. Pasaba mi vida en casa de los Solicitors de New-York. Pero nadie quería hacerse cargo de mis intereses.

Era el amor de un padre satisfecho de su hija. Dejé de pensar en la muerte. Me detuve en el camino del suicidio. Dejé de concurrir a los lupanares. Arreglé mi vida. Causé una dolorosa sorpresa en mis administradores, anunciándoles que iba a dedicarme al cuidado de mis intereses. Hice todo esto bajo la influencia de este pensamiento: He adoptado a un ser a quien debo procurar hacer feliz.

¿Por mucho tiempo? No lo . Don Juan sintió posarse en sus hombros los brazos desnudos de la enamorada y oyó estas palabras, que le hicieron experimentar una indefinible confusión de miedo y de placer. ¡Juan mío, por lo que mas quieras en el mundo, no me dejes! ¿Cómo hablar, en tal momento, de intereses? ¿Qué va a ser de ? seguía ella . No tengo miedo al porvenir.

Todo está habilidosamente combinado en favor de los intereses de la Marquesa, que no puede pasarse sin Lacante. Es asombrosa la influencia que ha tomado esta mujer sobre un hombre de una inteligencia notable, de una penetración extremadamente sutil y dotado de un sentido tan distinguido de lo delicado y de lo raro. Ella es pesada y ruda, sin conjunto ni elegancia natural.

Pero el administrador le contestaba con un gesto de desaliento. ¿Encontrar dinero sobre bienes que estaban en Rusia?... Valiéndose del antiguo prestigio del príncipe, había podido realizar varios empréstitos; mas transcurría el tiempo y los intereses enormes iban acumulándose. Lubimoff, á pesar de haber simplificado sus gastos y suprimido sus pensiones, necesitaba mucho dinero para vivir.

El administrador mostrábase tardo y doliente en sus remesas. Jaime le pedía dinero, y contestaba con cartas quejumbrosas, hablando de intereses que había que satisfacer, de segundas hipotecas para las cuales apenas encontraba prestamistas, de irregularidad de una fortuna en la que no quedaba nada libre de gravamen.

Sólo desfilaban los alemanes que hacían su primer viaje al otro hemisferio, amigos de las tradiciones, que se hubiesen creído defraudados en sus intereses y disminuidos en su prestigio al proponerles alguien que se ahorrasen esta ceremonia grotesca y penosa. Era costumbre antigua sufrir el bautizo de la línea, y ellos no renunciaban a lo que de derecho les correspondía.

Finalmente se murió el pobre hombre, y no he de decir que le lloré muy poco... A punto estuvo de hacerme odiar Rosalinda. ¿Vive usted en ella todo el año? ¿Cómo no? Apenas si voy dos o tres veces a Dijón o a Chaumont y sólo por asuntos de intereses. A los seis o siete días que estoy en la ciudad ya no tengo más que un deseo, el de volver a mi casa lo antes posible.