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Hizo un gesto avinagrado, dejó escapar un sonido gutural inadmisible, y levantándose en calzoncillos, sacó de su armario la botella del ron, que colocó sobre la mesa de noche. Tornó a acostarse. Después, grave y solemnemente, con el vaso en una mano y la botella en la otra, fué reparando el yerro de la criada.

Las instituciones civiles y eclesiásticas admiten cualquier nombre, fuera del santoral: pero, una vez bautizado con el nombre de Epaminondas, es depresivo llamarle «Poroto»; si se le ha puesto el nombre de Sócrates, resulta ridículo y ofensivo para la antigua Grecia filosófica llamarle «El mono»; y si, en fin, se le puso el nombre de Washington, o de Franklin, es inadmisible llamarle «Piringo» o «El gringo».

Una marquesa con dejo gallego o catalán, andaluz o madrileño, les resultaba inadmisible, como si las marquesas no nacieran en ninguna parte. Y la pobrecita muda no podría romper a hablar hasta que hubiera desnaturalizado su voz por completo y lograra expresarse como un fonógrafo. Mientras tanto, su madre le cuidaba el acento lo mismo que pudiera cuidarle una enfermedad del hígado.

Ni podía ser de otra suerte. ¿Qué de comentarios no harían aquellos señores después que él saliese por la puerta? ¿Cuántos chistes no se le ocurrirían al cura acerca de su persona? Se le ponían los pelos de punta de pensar en ello. La idea, pues, de marcharse era de todo punto inadmisible. Más valía seguir haciendo experimentos acústicos con la copa de cristal.

El ruido en la sala aumentaba, y al ujier le costaba mucho trabajo restablecer un silencio relativo. El tribunal deliberó en voz baja. ¡Es inadmisible! protestó uno de los jueces . Esto no es ya un tribunal, sino más bien una casa de locos. Se diría que es ella quien nos está juzgando. ¡La culpa no es mía! repuso el presidente . ¿Qué quiere usted que yo le haga?

Esa doble presencia era inadmisible. La identidad de la americana estaba establecida con claridad y, sin embargo, era la viva imagen de la desgraciada cuya muerte expiaba Jacobo. Una fuerza más poderosa que el razonamiento, que la verosimilitud y que la cordura me oprimía el pensamiento y me repetía á pesar de todo: "Es Lea Peralli". Salimos del palco y atravesamos el pasillo del vasto teatro.

aquí deslindado lo que hay de admisible é inadmisible en el sistema de Vico. Admisible, la fuerza de combinacion, hecho generalmente reconocido; inadmisible, la exageracion de este hecho extendido á todas las verdades, cuando solo comprende los postulados en sus varias combinaciones.