United States or Faroe Islands ? Vote for the TOP Country of the Week !


A ser periódico exclusivamente artístico y literario, hubiera yo trabajado para él de otra suerte: mas imaginé que en un diario político, debía escribir luchando, como soldado raso, contra las ideas casi vencidas de lo pasado y a favor de las esperanzas de lo por venir, no triunfantes todavía.

Débese alabar la frente que hizo á los Cartesianos, á sus ideas innatas, y á sus cavilaciones mentales, renovando el principio de las Escuelas tomado de Aristóteles: Nihil est in intellectu, quod prius non fuerit in sensu.

Además, eso pasará; yo tengo la esperanza de que se desvanecerán sus disparatadas ideas. La suposición de abandonar al inválido excitó su piedad, dando á sus palabras un tono amoroso. ¡Qué sería de él!

La puerta de la pieza volvió a abrirse, y una cruel amenaza le devolvió a la viuda la conciencia de su posición. Vamos gritó la condesa , ¿estáis empeñada en que os eche a la calle? Marta caminó hacia la puerta y salió de la casa vacilante, aniquilada, deshecha y casi sin ideas.

; pues que se limita á fijar las condiciones á que está sujeto el fenómeno; y en este no entran mas ideas que, direccion de la fuerza, es decir una línea en el espacio, y velocidad, esto es, la relacion del espacio con el tiempo. Aquí no se mezcla pues con la idea de la extension, otra que la del tiempo.

Conocidas eran desde 1815 las ideas del célebre campeon americano respecto á la Constitucion de la república, su forma de gobierno, su administracion y nombre que debia llevar.

El dogma de la vision beatífica bien examinado, es tambien una verdad que derrama torrentes de luz sobre las teorías filosóficas! El sueño sublime de Malebranche sobre las ideas, era quizás una reminiscencia de sus estudios teológicos.

Simpatía desde luego... Cuanto a consejos, son siempre muy delicados en estas materias... Yo no quisiera verte dar un paso en falso... Ante todo es necesario saber si la señorita de Sardonne participa de tus ideas. Las ignora absolutamente repuso el pintor.

Si esto pensaba el adversario y el incrédulo, ¿qué no pensarían los creyentes, los que profesaban las mismas ideas, aquellos en cuyo favor el P. Enrique tan hábil y cortésmente peleaba? La veneración, el entusiasmo, la admiración por el P. Enrique, fueron subiendo en todas aquellas almas, y más que en ninguna en el alma entusiasta, solitaria y aislada de doña Luz.

Para convencernos de su verdad, nos basta atender á las ideas de causa y de ser, y vemos evidentemente la de ser contenida en la de causa. La explicacion que he dado no debe ser mirada como una demostracion, sino como una aclaracion, para que se comparasen mejor las dos ideas.