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Nunca soñé con ser el término de la carrera del raudal, sino con ser el camino por donde sus limpias ondas se fueran derivando, hermoseando el camino al paso, y reflejando en él el cielo sereno y todas las galas de la tierra, con más primor en el reflejo y con mil veces mayor hechizo que en la realidad misma. »¡Qué bien me has castigado, Dios mío! ¡Qué bien me has castigado!

"Es necesario anadir alguna cosa" concluye madama de Stael, y nosotros aplicamos lo que dice a nuestra traduccion de Manfredo: "es preciso suplir por la imaginacion al hechizo qne debe anadir una hermosa poesia a las escenas que he ensayado traducir.

Elisa se esmeró entonces en su vestido y peinado; lució nuevas y ricas galas; aguzó el ingenio para que en las tertulias tuviese mayor hechizo su conversación; atrajo en torno suyo a cuantos hombres valían más por cualquier estilo; se rodeó de más brillante y numerosa corte que nunca, y ni aun así pudo vencer la indiferencia del Conde.

Sentía ese indeciso vivir, esa suspensión de contacto con la realidad, ese columpiamiento sobre la vida, que producen en nuestro ser las grandes aventuras del alma. Además, la tentación descabalaba su juicio, cortaba en pedazos sus ideas y no las dejaba ligarse. En vano la conciencia quería formular el peligro que sus sentimientos católicos habían de correr bajo el hechizo de mujer tan hermosa.

En esta ocasión no le faltó su habilidad. Con raro disimulo ganó el corazón y hechizó al capitán de una nave lusitana que tocó en Melinda de paso para Massauá a donde iba a reunirse con la flota, que había llevado a don Rodrigo de Lima y que debía volver a la India con dicho señor y con toda su pomposa Embajada, después que hubiesen visitado al Preste Juan, o sea al monarca de Abisinia o por otro nombre de la alta Etiopía.

Decía yo que, en verano, aunque se van de Madrid las personas más elegantes, Madrid queda bastante animado y divertido. El centro de la animación, el principal hechizo de Madrid en verano, está en los Jardines del Buen Retiro, de nueve a doce de la noche. La historia que voy a referir empezó allí, hoy hace justamente cuatro años, a 9 de agosto de 1873. Era noche de grande entrada.