United States or Burkina Faso ? Vote for the TOP Country of the Week !


Mi alma morirá virgen en mi seno... Estoy resignada á ello; pero todo lo que es bello, todo lo que hace pensar, todo lo que me habla de los Cielos prohibidos, todo lo que agita en estas llamas inútiles, lo aparto, lo odio, no quiero nada de él.

El lenguaje del drama puede servir de modelo: ofrécenos la misma sencillez del romance popular, tan propia y peculiar de este asunto, y no carece de las galas de una poética y rica fantasía, ni de bellas imágenes, sobriamente distribuídas en las ocasiones en que sólo habla la pasión.

Cuando habla, y estoy a su lado, mi alma queda como colgada de su boca; cuando sonríe, se me antoja que un rayo de luz inmaterial se me entra en el corazón y le alegra. A veces, jugando al tresillo, se han tocado por acaso nuestras rodillas, y he sentido un indescriptible sacudimiento. Sáqueme Vd. de aquí. Escriba Vd. a mi padre que me licencia para irme. Si es menester, dígaselo todo.

Como templo de la gloria, admirable; como templo cristiano, no habla á mi inteligencia y á mi fe, por más que me haga latir el corazon. Ahí, en donde ahora se levanta ese precioso monumento ático, no existian, hace siete siglos, más que prados, pastores y ovejas, ¡Quién lo habia de decir entonces!

Habla también Morgado de las fuentes de los patios con sus tazas de mármol y jaspe; así como de las macetas de diferentes hierbas odoríferas con que siempre fué costumbre adornarlos.

Las mujeres que adoran a sus maridos me encantan. Elena soltó una carcajada. Sabe usted decir las cosas de un modo, Núñez, que cualquiera pensaría que habla usted en serio. ¿Tan absurdas encuentra usted mis ideas? Efectivamente Elena las hallaba completamente disparatadas y así lo manifestó sin rodeos. Se inició una discusión viva pero amical entre el pintor y la dama.

Hoy hablaré otra vez, y espero que cederá. Ten confianza.» Y en efecto, aquella misma mañana madre e hija volvían a tener habla en el cuarto de la última. Fué larga, y no sabemos lo que en ella pasó. Doña Paula salió al cabo de una hora con los ojos enrojecidos de llorar, llevándose la mano al corazón, del cual padecía a menudo, en dirección a su cuarto, y se acostó.

Si le dijeran que en el coro iban a dar un baile, se irritaría menos que cuando sabe que llevan en lenguas a doña Visita. El perrero calló un instante, como si dudase en soltar algo grave. Esa señora es muy buena. Todos los de palacio la quieren porque les habla dulcemente.

En efecto; siento lástima de la señorita. Quiero decir... Lléveme usted a casa... Amigo añadió esforzándose en aparecer jovial su discurso y me pareció muy bonito. ¡Qué bien habla usted, qué bien!... Da gusto... Basta de lisonjas dijo el clérigo; y luego mirándome añadió : y usted, señor militar-teólogo, ¿de qué arterías se ha valido para sacar de su casa a esta señorita?

De la Araucana de Alonso de Ercilla, despues de una alabanza de un solo pasage, habla de lo demas con gran desprecio. ¿Qué dirán nuestros Críticos que á Ercilla le llaman Lucano Español? ¿Trae algunas pruebas para este desprecio? Nada menos. Sobre su palabra va todo, como acostumbra.