United States or Bahamas ? Vote for the TOP Country of the Week !


Sobre esta fotografía se eleva, surgiendo del marco e inclinándose sobre el retrato, una fina y dorada pluma de pavo real; y esta pluma es como un símbolo de esta mujer altiva, desdeñosa, con su eterno gesto de displicencia que perpetuó Velázquez, que perpetuó Carreño, que perpetuó Del Mazo. El segundo cuadro es una litografía francesa. Se titula La Música; representa una mujer que toca un arpa.

El señor Stevens, al despedirse de sus amigos, pidió algunos detalles al mensajero. No nada respondió éste . Dicen que han encontrado a una francesa muerta en su cama. ¿Cerca de aquí? interrumpió el doctor. A un cuarto de legua. ¿No dicen si es una recién llegada? Creo que ; pero su criada no habla más que el francés y no han podido comprenderla.

D. Nicolás Fernández de Moratín, en 1770, llevó á las tablas su tragedia Hormesinda, la primera española con forma francesa que se representara; su hijo, al hablar de la obra del padre, declara que es más digna de alabanza por algunas buenas imitaciones de Virgilio, que se observan en ella, que por el mérito dramático de su fábula.

Así, por lo que hace á Flándes en particular, solo añadiré que, habiendo formado en otro tiempo un solo cuerpo social y político, bajo el nombre de «condado de Flándesfué dividido á principios del último siglo en tres porciones: Flándes holandesa, que es actualmente la provincia llamada Flándes oriental; Flándes austríaca, ó sea la actual provincia occidental del mismo nombre; y Flándes francesa, que forma hoy el departamento del Norte en Francia.

Lo que me había dicho la monja francesa había despertado mi curiosidad. ¡Ah! La madre Florentina era muy buena. Nos llamaba siempre filletas y nos dejaba hacer cuanto queríamos, menos cuando tocaban a trabajar. ¡Oh! Entonces no había más remedio que apretar durito. No consentía en nuestros cuartos ni un tantico así de polvo.

Suponiendo conocido su argumento, y la incomparable maestría del autor en su composición, nos limitaremos, como ha hecho Damas Hinard en las excelentes notas, que acompañan á su traducción francesa, á señalar tan sólo como más notables algunas de sus bellezas aisladas.

Apenas hubieron probado el deseado bienestar, cuando les fue preciso interrumpirlo, separándose ¡quién sabe si para no volverse a ver! Llegó el momento de la emigración. En esta primera época, no fue la emigración lo que debía ser más tarde; un refugio contra las persecuciones o contra la muerte. Fue una especie de contagio que existía entre la nobleza francesa.

La sociedad francesa, merced á su educacion materialista, apénas cree otra cosa que en los goces materiales, que son como si dijéramos su dogma. Como el dinero sea el objeto del culto, la sociedad francesa, y en especial la de Paris, es presa del lucro, de la ganancia fácil, inmediata, sea ó no moral.

Comandante a los treinta y ocho años, pronto coronel, general acaso... ¡Y quién sabe si irá a recoger del otro lado del Rhin el «bastón» que ya no brota en tierra francesa! «¡Señor Mariscal!» ¿Por qué no? ¿Dónde se detienen los sueños de una cabeza de dieciséis años?

Para evitar tamaña desgracia dijo Rafael hago la moción de que compongamos entre todos una novela. ¡Apoyado, apoyado! gritó la condesa. ¡Tal destino! dijo su madre . ¿Queréis escribir algún primor, como esos que suele mi hija leerme en los folletines que escriben los franceses? ¿Y por qué no? preguntó Rafael. Porque nadie la leerá respondió la marquesa , a menos de anunciarla como francesa.