United States or Guam ? Vote for the TOP Country of the Week !


Doña Tula me miraba fijamente, con ojos compasivos, mientras el enano y yo arreglábamos el asunto. Confieso que aquella extemporánea compasión me desconcertaba más que lo habían hecho las expresiones de su amigo. Se convino en que el casamiento se realizaría con el permiso escrito de doña Tula, pero fuera de la casa y sin que Gloria se presentase en ella ni antes ni después de casada.

Hubo un momento de pausa. El alto empleado tenía la cabeza baja. Despues, como si tomase una decision, la levantó, miró al General fijamente y, pálido y algo tembloroso, dijo con energía reprimida: ¡No importa, mi General, nada importa eso!

¿Su marido? ¡Valiente tuno está su marido! exclamó levantando furiosa la cabeza . ¡Ay qué disgustos, querida, qué disgustos tan grandes tengo sobre añadió con la boca llena. ¿María Huerta? preguntó Clementina en tono confidencial. La misma dijo entre dientes la viuda, mirando fijamente al pavo.

¿Los ojos de un joven suicida que fumó heroicamente su pipa, expresan acaso desesperado valor? Es posible. De todos modos, el padrastrillo, después de mirarme fijamente, se encogió de hombros, levantando hasta mi cuello la sábana un poco caída. Me parece que mejor haría en ser amigo de este microbio murmuró. Creo lo mismo le respondí. Y me dormí.

Freneuse entró bruscamente, pasó por delante de ella, se detuvo en el salón alumbrado, sin volverse siquiera para ver si ella le seguía, se quitó el sombrero y el gabán y apoyándose en la chimenea, miró fijamente á la que poseía el secreto de que dependía su salvación.

»Adivinando yo su intención, en cuanto comenzó a hablar, la miré fijamente clavando mis ojos en los suyos, que acabaron por bajar su mirada, mientras su rostro se teñía de vivo carmín. Cuando volvió a alzar la vista, arrojose llorando en mis brazos y yo la estreché contra mi pecho. » ¡Tío! ¡tío! exclamó con voz ahogada por los sollozos. No tengo yo la culpa, se lo juro.

que lo estoy repuso Octavio con firmeza y clavando sus ojos en la dama; pero no sabe usted de quién. La condesa miró en aquel instante para la huerta y vió á miss Florencia que parada en medio de un camino los contemplaba fijamente.

Esa persona no podía ser otra que el rey. Miróme fijamente el cocinero mayor, con la boca abierta y los ojos espantados. ¿No me comprometeréis me dijo , si os declaro la verdad? Os lo prometo. ¿Seréis prudente? . Pues bien, señora; la persona que os solicita, que está ciegamente enamorado de vos, es... ¡el rey! ¡El rey! dije sin poder contener mi asombro ; ¡su majestad enamorado de !

Al cabo de algún tiempo de contemplarlas fijamente, Marta sintiose turbada. Creyó advertir en ellas cada vez más ansia de tragarla y que expresaban su deseo con gritos rabiosos y desesperados. Retrocedió un poco y tomó la mano de Ricardo sin comunicarle el miedo pueril que la embargaba. La sábana de espuma que las olas extendían, en vez de besarla, pensaba que le mordía los pies.

La viuda estuvo largo rato contemplando fijamente el grupo de la ribera, que parecía ya una masa informe y movible. Su hijo, sentado sobre el césped, jugaba atascando de tierra la corneta. De pronto vino hacia él, le levantó entre sus brazos flacos y corrió hacia el borde del precipicio. ¡Mamá! ¿Dónde vamos? gritó el niño. La respuesta, si se la dio, debió de ser desde el cielo.